En septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción global que busca erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos. Este marco incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas específicas que abordan los mayores desafíos sociales, económicos y ambientales de nuestra época. Su carácter universal y su enfoque en la integración de los tres pilares del desarrollo sostenible—social, económico y ambiental—hacen que la Agenda 2030 sea una guía indispensable para la acción colectiva.
La necesidad de esta agenda radica en la creciente urgencia de abordar problemas globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la desigualdad y la explotación de recursos naturales. A medida que la humanidad enfrenta estos retos, sectores estratégicos como el marítimo desempeñan un papel crucial. El transporte marítimo, la pesca, la conservación de los ecosistemas oceánicos y las actividades relacionadas con el uso de los mares son fundamentales para alcanzar varios de los ODS, especialmente aquellos relacionados con la acción climática (ODS 13), la vida submarina (ODS 14), la producción y el consumo responsables (ODS 12) y la energía asequible y no contaminante (ODS 7).
La contribución del sector marítimo a la agenda 2030
Dada su conexión con los sistemas económicos globales y su dependencia de los recursos naturales marinos, este sector se encuentra en una posición única para impulsar la sostenibilidad. Razón por la que está emprendiendo un gran número de acciones con la meta clara de alinearse con la Agenda 2030, poniendo un especial énfasis en tres áreas clave: la descarbonización, la pesca responsable y sostenible, y la protección de la biodiversidad marina.
- Descarbonización del transporte marítimo
Según los últimos datos aportados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el transporte marítimo es de alrededor del 2.9% de las emisiones globales causadas por actividades humanas (en torno al 3-4% de las emisiones a nivel de la Unión Europea). Una cifra que, de no adoptarse las medidas adecuadas, se espera que alcance un crecimiento de emisiones del 35% de cara al año 2050.
Para tratar de revertir este crecimiento, la Organización Marítima Internacional (OMI) ha adoptado estrategias ambiciosas para reducir las emisiones de GEI en un 100 % para 2050, en comparación con los niveles de 2008. Un objetivo alineado con el ODS 13 que busca combatir de manera directa tanto el cambio climático como sus impactos. Las acciones clave incluyen:
- Transición a combustibles limpios: el uso de combustibles alternativos como el gas natural licuado (GNL), el amoníaco y el hidrógeno está ganando terreno. Además, se está avanzando en la producción de combustibles sintéticos y biocombustibles sostenibles.
- Eficiencia energética: las mejoras tecnológicas, como el diseño de buques conformas más hidrodinámicas, sistemas de propulsión avanzados y el uso de energía eólica (por ejemplo, velas modernas y rotores), están reduciendo significativamente el consumo de energía.
- Digitalización y automatización: tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la inteligencia artificial (IA), Bigdata y el blockchain están optimizando las rutas marítimas y reduciendo el consumo innecesario de combustible.
Una lista de iniciativas ideadas no solo para mitigar el cambio climático, sino que también buscan fomentar la innovación y generar oportunidades de empleo en tecnologías limpias.
- Pesca responsable y sostenible
La pesca lleva siendo una actividad fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y el sustento de millones de todas las personas de cualquier sociedad del planeta desde hace miles de años. Sin embargo, la sobreexplotación y la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) están poniendo en peligro los ecosistemas marinos y la sostenibilidad del sector.
En el marco del ODS 14, que busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, mares y recursos marinos, se han implementado las siguientes acciones:
- Gestión basada en ecosistemas (EBM): este enfoque integra la protección del medio ambiente con la gestión pesquera, estableciendo límites de captura basados en datos científicos para evitar la sobreexplotación.
- Certificaciones de sostenibilidad: programas como el Marine Stewardship Council (MSC) promueven la pesca sostenible mediante estándares rigurosos que aseguran que las prácticas pesqueras no comprometan las poblaciones de peces ni los hábitats marinos.
- Tecnología para la trazabilidad: herramientas digitales como el blockchain están garantizando la transparencia en las cadenas de suministro pesquero, permitiendo rastrear el origen de los productos y combatir la pesca INDNR.
Medidas que también tienen, todas ellas, un impacto positivo en las economías locales, garantizando medios de vida sostenibles para las comunidades pesqueras.
- Conservación de la biodiversidad Marina y Protección de los Océanos
Los océanos cubren más del 70% de la superficie terrestre y son fundamentales para la regulación climática, la producción de oxígeno y el sustento de la biodiversidad. Algo que no ha impedido que, en la actualidad, estén bajo una seria amenaza a causa de factores como la contaminación, la acidificación, la pérdida de hábitats y el cambio climático. Alineadas con el ODS 14, las acciones del sector marítimo para proteger la biodiversidad incluyen:
- Reducción de la contaminación marina: el sector está abordando la contaminación por plásticos, los derrames de petróleo y la descarga de aguas residuales mediante regulaciones más estrictas y tecnologías avanzadas de tratamiento.
Los barcos llevan años implementando desde hace años medidas de cero descargas de plásticos a la mar. Además, gracias a las iniciativas recogidas en el reglamento MARPOL de la IMO, los hidrocarburos derramados al mar se han reducido substancialmente y no está permitida la descarga de aguas oleosas, que deben tratarse abordo.
- Áreas Marinas Protegidas (AMP): la creación de AMPs y su gestión efectiva están salvaguardando hábitats clave como arrecifes de coral, manglares y praderas marinas, que son esenciales para la biodiversidad y la mitigación del cambio climático. Asimismo, la preservación y replantación de áreas repercute enormemente en la captación de carbono.
- Colaboración internacional: iniciativas como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) y el Acuerdo de las Naciones Unidas sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional están fortaleciendo la cooperación global para la conservación marina.
Siendo evidente el indispensable papel que el sector marítimo desempeña en la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, a través de esfuerzos coordinados para descarbonizar el transporte, fomentar la pesca sostenible y proteger los ecosistemas marinos, esta industria no solo está contribuyendo a un futuro más sostenible, sino que también está demostrando cómo la integración de principios de sostenibilidad puede generar beneficios económicos y sociales a largo plazo.