El Clúster Marítimo Español (CME) celebró un nuevo Encuentro con la Mar con motivo del Día Marítimo Internacional que, en esta ocasión, estuvo dedicado a poner en valor la contribución de la mujer en el sector marítimo, así como a definir los retos y oportunidades que se abren a su paso. En este sentido, Alejandro Aznar, presidente del CME, dio la bienvenida a los asistentes resaltando la labor de la mujer en el mar y de cómo ha ido avanzando el sector para conseguir que la mujer tenga un papel relevante en el mismo. Aunque insistió Aznar en que “sigue siendo insuficiente”, la cifra de ingenieras y científicas en España es superior a la de la media europea (47%).

“El empoderamiento de la mujer facilita la prosperidad económica, fomenta el desarrollo y el crecimiento y beneficia a todas las partes interesadas de la comunidad marítima mundial en pos de una navegación protegida, segura, limpia y sostenible”, afirmó el presidente del CME. “Es igualmente importante demostrar que el sector marítimo es igual para todos y muestra de ello es la mesa redonda con la que contamos en este Encuentro”, continuó Aznar.

La encargada de moderar la mesa de debate fue María del Carmen Palomino, del Departamento de Ingeniería Civil: Transporte y Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid que comenzaba afirmando que “el mar ha sido un imán para todas las personas que tienen metas, que son curiosas y están volcadas en la ciencia y el conocimiento”. En cuanto al empoderamiento de la mujer, Palomino explicó que “no es solo una necesidad si no una evidencia que tiene que ser positivo para todos”. Además, reconocía que “la comunidad marítima estuvo desaprovechando un gran talento, el de la mujer”.

Rocío Béjar, Secretaría General Adjunta de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), centró su intervención en dar a conocer la realidad de la mujer en el sector de la pesca: “Es verdad que en el sector de la pesca se hace más complicada la incorporación de la mujer. Sin embargo, desde la Administración y desde el sector, trabajamos para dar más visibilidad y reconocimiento al trabajado que se ha hecho”. Desde su punto de vista, a medida que la mujer ha ido formándose, hoy en día se pueden encontrar más tituladas y con una vocación maravillosa por embarcarse a bordo de sus buques y, por otro lado, otras mujeres que están trabajando en empresas pesqueras y generan mucho empleo y riqueza.

Asimismo, Cepesca contribuye de forma muy cercana a través de la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca) y es a día de hoy un interlocutor más ante la Administración. “Debemos seguir creando oportunidades para que la mujer pueda optar a los mismos puestos que los hombres”, finalizó la Secretaria General Adjunta de la Confederación.

En lo que respecta a las Administraciones, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, creó una Red Española de Mujeres en el Sector Pesquero, así como un Plan de Igualdad 2015-2020 para dar valor al papel de la mujer en la pesca. Asimismo, viene organizando una serie de Congresos Nacionales que, según Béjar, “son muy enriquecedores”.

Mercedes Pardo, Directora General del Instituto Marítimo Español (IME), quiso centrarse en una de las grandes preocupaciones de la Unión Europea: la formación. Desde el IME Mercedes destacó su apoyo a la “formación de calidad” y ésta, según Pardo, es bastante paritaria en lo que al Instituto se refiere. “Es cierto que somos muy trabajadoras y estamos ahí, la valía está demostrada, aunque —-defendía Mercedes —- “tampoco hay que demostrar más que nadie que valemos”.

Presidenta del Clúster Marítimo de Cataluña y miembro del Comité Ejecutivo de PIMEC, Iolanda Piedra es Presidenta de la Comisión Mujer Empresa que tiene como objeto el empoderamiento de la mujer en el sector. Piedra, a pesar de no haberse sentido discriminada en su trabajo en este sector, quiso respaldarse en las cifras: “Aunque hablamos de organizaciones abiertas, el posicionamiento de la mujer en las comisiones ejecutivas y en altos cargos no es tan claro”. Iolanda explicó que existen factores, a los que denomina “gaps”, que determinan el rumbo de una empresa, factores como la innovación, el acceso a la financiación, la internacionalización… “Cuando una mujer está al frente de una empresa estos factores difieren si, en cambio, el responsable de dicha empresa es un hombre”, resaltó Iolanda basándose en numerosos estudios que así lo confirman.

Anita Sánchez, teniente de navío de la Armada Española, contó a los asistentes su experiencia personal basada en anécdotas: “Cuando ingresé en la escuela naval en 1992 me dieron la misma bolsa que le daban a los hombres, esto incluía un bañador de hombre entre otras cosas”. Anita explicó lo “inusual” que eran estas situaciones para todos al principio y cómo finalmente todos han tenido que poner de su parte para ir avanzando: “Hoy en día tenemos uniformidad propia, incluso uniformidad para mujeres embarazadas…la Armada sorprendentemente ha hecho las cosas bastante rápido”.

En si ha sentido discriminación o no, la teniente de navío aseguró que nunca se había sentido discriminada por ser mujer: “Cuando pude pedir mando, lo pedí y ahora soy consciente de que, a día de hoy, incluso con mis colegas intercambiamos maniobras y todo es muy normal. Como debe de ser”.

Contando su extensa trayectoria en el mundo del deporte, Theresa Zabell, exregatista española y presidenta ejecutiva de la Fundación Ecomar, descubrió a los 11 años que ella quería ser. A pesar de que en esos tiempos no existía la posibilidad de ir a los juegos olímpicos ya que las competiciones estaban reservadas para el hombre, luchó por hacer su sueño realidad: “Cuando miras hacia delante ves lo que queda por hacer, pero mirando hacia atrás, te paras y te das cuenta de lo que hemos conseguido”. En general, según Zabell, en las grandes competiciones marítimas “estamos consiguiendo paridad”. “Yo al final tuve suerte de que un armador me dijera que quería contratarme para ser la patrona de su barco. La experiencia fue de tres años y la relación, a día de hoy, sigue siendo maravillosa”, resaltó Theresa.

En línea con lo que expresó durante su intervención, la exregatista española no quiso perder la ocasión para reconocer que “sigue habiendo un problema en los dirigentes y altos mandos” y que, por lo tanto, “siguen faltando mujeres”.

 

Fortalecimiento del papel de la mujer
La visibilidad al papel de la mujer es para Rocío Béjar un trabajo fundamental. Un papel que “se ha ido diversificando” ya que ahora existen más tituladas.

La participación femenina en lo que respecta a servicios marítimos es mayor que en astilleros, ingenierías, sociedades de clasificación…En cuanto a medidas que hacen falta para la incentivación, Mercedes Pardo aseguraba que “la mujer que estudia marina civil lo que busca es la conciliación y cuando una persona está embarcada busca esa estabilidad en una empresa en tierra”. En el caso de los marinos (hombres o mujeres) que trabajan en el sector naviero, lo que buscan es un plan en el que se les dé estabilidad, además de salarial, de un proyecto de carrera de formación. Para Pardo “lo importante es que tenga su reconocimiento”.

Para dar mayor visibilidad a la tarea de la mujer en la Armada, Anita explicó el sistema de promoción dentro de la institución: “Las mujeres que entren tendrán que ir viendo quien quiere llegar a ser Almirante, por ejemplo. Es una cuestión personal. Afortunadamente la mujer que quiera desarrollar una vida profesional en la Armada, como un hombre, podrá serlo. No tenemos ni leyes ni cuotas. Es como en la universidad, va por notas de corte”.

 

Acceso al mercado laboral
¿Las mujeres tienen más dificultad para acceder a un puesto de alto cargo? ¿Se igualan las fuerzas en el ámbito empresarial? A nivel global, la mujer ha alcanzado un acceso al mercado laboral igual que el hombre. Esta diferencia, según la Presidenta del Clúster catalán, “no existe”. Sin embargo, si se analizan cuantas de ellas acceden al ámbito de dirección, las cifras son mucho menores. “Solo un 25% llegamos a cargos de influencia, esto tiene relevancia. Lo que ha de preocupar es lo que dicen las cuentas de resultados: cuando los órganos son paritarios, las empresas sacan un 40% más de beneficios de venta”. El problema para Iolanda no está en la formación sino en otros “gaps” y esto se ve reflejado cuando “el 84% de las empresas tiene entre 0 y 2 mujeres en sus consejos directivos”.

La ley de cuotas es para Iolanda un sistema que “demuestra y asegura” que las mujeres estén en altos cargos. “Además, hay que asegurar bien los planes de igualdad y en este sector hay que trabajar mucho en ello”. Por último, insistió en que “cuando los hombres son compañeros tuyos, te ven como una persona y no como una mujer”.

En lo que respecta a la Armada, Anita comentó el “cambio brusco” que supuso introducir a la mujer en esta institución. Para ello, lo primero que tuvieron que hacer fue cambiar las leyes. En el año 1999 se tumbó la ley que no permitía la entrada de la mujer en la Armada y, más tarde, se hicieron pequeñas reformas en la construcción de barcos. Asimismo, se cambiaron las leyes enfocadas en la protección de la maternidad dentro de la institución: “Fuimos pioneras en lo que corresponde a este tema y con respecto a otras unidades de la Armada. Hoy en día hay una amplia legislación sobre conciliación y sobre maternidad, es compleja, pero esa normativa existe”, aseguraba Anita.

En cuanto a las cifras, los efectivos mujeres llegan al 13% pero a medida que subimos en el escalafón, el número de oficiales es el 3%, contaba Anita. Aunque el acceso a la escuela naval ha cambiado (acceso universitario), la Armada está realizando un Plan de captación en universidades “muy importante”. Para concluir, Sánchez aseguró que “llevamos muchos años mostrando cómo es nuestro mundo y demostrando que se puede ser igual”.

Theresa, como deportista, afirmó que las mujeres “hemos revolucionado el mundo de los deportes náuticos” y en España particularmente. Sin embargo, para Zabell “la mala noticia es que navegamos pocas”. Poniendo en relieve el extenso y rico litoral con el que cuenta España, declaró que en Suiza y Austria se navega cuatro veces más que en España, así como en Francia o Nueva Zelanda.

Para promover los deportes náuticos en España explicaba que desde Ecomar trabajan con niñas y niños por igual: “una persona que navega aprende todo lo que conlleva este sector marítimo, como es trabajar en equipo, por ejemplo”.

 

Retos y oportunidades
María del Carmen, desde su visión como docente, aseguró que “queda mucho camino por recorrer” pero que “el cambio que ha dado la sociedad en su conjunto, es espectacular”.

Como retos futuros, Béjar, expresó no ser partidaria de las cuotas. Su experiencia dice que las mujeres tienen que estar en los órganos, trabajando y haciendo que cada persona “haga valer su valía”.

Según los datos aportados por Rocío Béjar, mientras que el número de trabajadores en el mar (régimen adscrito) es de 31.000 personas, el número de mujeres es de 5.000 (se incluye pesca, acuicultura…). “Tenemos la oportunidad, ante la escasez de tripulantes, de que la mujer se pueda integrar, siendo realistas de la dureza de la actividad seas hombre o mujer. Son espacios muy cerrados en los que pasas muchos días fuera de casa y aquí, es donde tenemos el mayor reto”, aseguró Rocío.

Desde el punto de vista de la Organización Marítima Internacional (OMI) —-comentaba Mercedes Pardo—- hay tres grandes áreas. Por un lado, formación y formación continua (de por vida), debe estar presente para tener ese conocimiento técnico y tener esas habilidades. Y, por otro lado, mayor visibilidad y mayor reconocimiento y promoción dentro de la empresa. “Estas tres áreas son muy importantes y reforzarían la presencia de la mujer”.

Haciendo referencia a las cualidades de la mujer empresaria Iolanda Piedra explicaba que no existe equilibrio en el número de mujeres en los consejos directivos y aseguraba que es igual de importante que una mujer esté en la toma de decisiones como lo es que esté un hombre.

“Las mujeres siempre nos hemos acostumbrado a escuchar a los demás y esto, en las decisiones en equipo, toma un papel muy relevante”. Para Iolanda además, la mujer tiene otras cualidades como mujer empresaria: la aversión al riesgo, la capacidad de ser constante y un sentido de responsabilidad”.

En lo que respecta a las cuotas, Theresa comentó su experiencia en el comité olímpico: “Cuando yo estuve en el comité no había cuotas. Siempre había discusión sobre las mujeres florero. Se decidió que el 20% debían de ser mujeres ya que, si no se imponía eso no había ninguna mujer”. En este sentido defendió que las personas que estén dentro (mujeres) “deben saber ejercer sus funciones sean hombres o mujeres” ya que esto “es un factor que hace bien a todos”. Por lo que —-finalizó—-“las cuotas sí, siempre que se ejerzan correctamente las funciones del puesto en cuestión”.

Por último, el Presidente de Honor del CME, Federico Esteve, lanzó la propuesta de crear un Grupo de Trabajo dentro del Clúster para potenciar las ideas aportadas por las ponentes de la mesa redonda, que contribuya al apoyo a incrementar la posición de la mujer en el sector marítimo.

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