Tecade, especialista en puentes metálicos, se ubicará en una nave distinta de la que pujan Sevilla Shipyard y Astillero del Guadalquivir
DIARIO DE SEVILLA, 18 Jun. (Sevilla).- Según informó ayer la Confederación Empresarial Sevillana (CES), la citada compañía lleva ya un año trabajando en el Puerto, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha solicitado de manera “formal” la instalación definitiva en esta zona. En concreto, Tecade se ubicará en la grada tres de los antiguos Astilleros, por lo que se desvincula de la zona por la que ya han presentado sus ofertas dos empresas: Sevilla Shipyard y Astillero del Guadalquivir. Fuentes de la CES indicaron al respecto que la nave en la que se instalará Tecade no está tan próxima al río como por la que pujan las sociedades mencionadas. Antonio Camino, director comercial de la empresa, apunta que “no queremos ocupar esa zona porque lo que fabricamos nada tiene que ver con la reparación y construcción de barcos”.
Tecade es una empresa familiar sevillana cuyo origen se remonta a 1986. Durante estos años se ha especializado en la fabricación de grandes estructuras, puentes metálicos y el curvado de tuberías de gran espesor, además de estructuras para ser ancladas en mar abierto (offshore). Su plantilla -que ha crecido casi un 40% en el último lustro- la componen actualmente 250 trabajadores. Con una cifra de negocio cercana a los 17 millones de euros, esta sociedad lleva un año trabajando en el Puerto de Sevilla -previa autorización- en un emplazamiento que ahora quiere formalizar, motivo por el cual ha presentado a la Autoridad Portuaria un proyecto que cuenta con una inversión de cinco millones de euros.
Una vez que se obtenga la concesión administrativa, la plantilla se verá incrementada en medio centenar de puestos de trabajo, a lo que se une el gran desembolso en maquinaria de última generación para la ejecución de los proyectos pendientes. Entre ellos se encuentra el tramo atirantado y los cajones de anclaje para el nuevo puente sobre la bahía de Cádiz, con un peso cada pieza de 10.000 y 1.000 toneladas, respectivamente; los tirantes para el viaducto del Tera, en Zamora, de 570 toneladas; el tercer puente sobre el río Orinoco (Venezuela) y el viaducto metálico para el tren de Alta Velocidad (AVE) sobre la A-92 en Antequera (Málaga). Además, la empresa se encuentra a la espera de que se le adjudique la construcción de las estructuras tubulares de una nueva plataforma petrolífera que se ubicará en el Mar del Norte.
La instalación en el Puerto de Sevilla no supondrá el cierre de la planta que posee en la localidad de Los Molares, donde ocupa un solar de casi 30.000 metros cuadrados, el mismo espacio de la nave de los antiguos Astilleros que ocupa ahora en la ciudad hispalense. Con esta ampliación, Tecade dará respuesta a la carga de trabajo prevista para los próximos años, ya que hasta ahora la producción de esta empresa familiar se veía limitada por no poseer una planta cercana a un puerto, lo que le obligaba a contar con transportes terrestres. La instalación en las naves de los Astilleros le permite acceder, así, a contratos de mayores dimensiones, según informó la propia compañía.
Con esta empresa son ya tres las que han comunicado su intención de ubicar su producción en el Puerto. Las dos primeras de ellas entran en liza por una zona del antiguo Astillero más cercana al río y que comprende una extensión de 11.000 metros cuadrados. Se trata de Sevilla Shipyard, una compañía del sector naval que convertiría el enclave en destino de reparación de 25 a 30 buques anuales. Su instalación requiere de una inversión de cuatro millones de euros durante un cuatrienio y generaría 100 empleos directos y otros 1.000 indirectos. La segunda oferta para ocupar esos terrenos llegó por parte de la sociedad Astillero del Guadalquivir.
El plazo para presentar solicitudes de ocupación de esta zona acabó el 13 de junio. Si finalmente se da el visto bueno a la oferta presentada por ambas empresas, la Autoridad Portuaria procederá a un concurso público para adjudicar la explotación de las instalaciones.
Tanto el Puerto, como la CES y la Cámara de Comercio han expresado la importancia de revitalizar los Astilleros. A ello se une la declaración de Zona Franca portuaria anunciada el pasado invierno por el gobierno municipal, una oportunidad que para el sector empresarial carece de sentido si no va acompañada del dragado del río, un proyecto al que no dejan de salirle obstáculos.
El Astillero sevillano detuvo su actividad el 31 de diciembre de 2011. Con dicha clausura se ponía fin a 60 años de producción en los que llegó a tener -en la época de mayor auge- una plantilla de 5.000 trabajadores. Tras su segregación de la antigua sociedad naval Izar, entró en una deriva hasta su adquisición por parte de los Astilleros de Huelva, algo que tampoco sirvió para su relanzamiento.