El Gobierno gallego asegura no tener competencias para combatir la contaminación de plomo en la Ría de Vigo, cuyos niveles triplican a los de Ferrol, porque entiende que el metal tóxico se acumula en el sedimento y que, por tanto, se encuentra localizado en el dominio público marítimo-terrestre y es competencia del Estado. Aun así, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras quiere lanzar "un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía" porque el estudio que acaba de hacer público el Instituto de Investigaciones Marinas-CSIC "no analiza la presencia de metales en moluscos o peces" y añade que los análisis de control realizados de forma periódica por el Intecmar, dependiente de Pesca, "garantizan en todo momento la salud pública".
El Gobierno gallego asegura que la contaminación está en el sedimento y que, por tanto, es responsabilidad del ministerio, pero garantiza la salubridad de peces y moluscos
FARO DE VIGO, 29 Jul. (Vigo).- Sin embargo, representantes del sector pesquero, asociaciones ecologistas y ciudadanas urgen una actuación "inmediata" por parte de la Xunta y la Administración central y acusan a ambas de "pasarse la pelota" en las cuestiones ambientales que afectan a la Ría, sobre la que pesan dos multas de la UE. También reclaman análisis del pescado y el marisco debido a los "efectos acumulativos" del plomo en el organismo.
Frente a estas reacciones, la Xunta destaca que las especies pesqueras de la Ría que son explotadas comercialmente deben superar controles "de hasta nueve metales, entre ellos, plomo, cadmio y cinc" y que las muestras de mejillón, "una especie bioindicadora para la determinación de la calidad de las aguas en las que se crían moluscos", demuestran que "en ningún caso se excedió el nivel máximo permitido de plomo".
La investigación coordinada por Ricardo Prego, del grupo de Biogeoquímica del IIM, desvela por primera vez que el plomo depositado en el fondo de la ensenada de San Simón desde hace décadas, bien conocido por los científicos y atribuido a la actividad de la fábrica Pontesa, se extiende por el resto de la Ría por efecto de las mareas vivas y las crecidas del río Oitavén.
Según este equipo de expertos, cuyos resultados ya han sido recogidos por una publicación científica internacional, entre un kilo y dos de plomo atraviesan cada día el estrecho de Rande. El material que se encuentra disuelto acaba en el océano, pero las partículas de metal se van depositando en el sedimento de zonas tranquilas de la Ría.
Aunque el estudio no entra a valorar su influencia en la cadena trófica, sus autores urgen una actuación descontaminadora en el foco de San Simón dados los peligros que entraña la bioacumulación de plomo. Se trata de uno de los metales de mayor toxicidad porque no cumple ninguna función en los seres vivos y permanece en sus organismos ya que éstos no son capaces de eliminarlo.
En el sector pesquero cunde la "preocupación" ante los datos revelados por los investigadores y por la influencia que puedan tener en el mercado, de forma que su intranquilidad surgirá, casi con toda probabilidad, durante la reunión que la conselleira de Pesca mantiene hoy con las cofradías gallegas.
"Los expertos deberían trasladar el informe a la Xunta y así todas las cofradías podríamos hacer presión para que actuase. Pero de poco valen nuestras protestas si el Gobierno gallego no tiene los datos oficiales", argumenta Manuel Pena, patrón mayor de Moaña y bateeiro.
Afectar al consumo
"La gente se puede alarmar por el hecho de que la Ría tenga un grado de contaminación tan elevado y esto puede acabar afectando al consumo de nuestros productos. Puede que ahora los niveles no sean perjudiciales para la sanidad pública, pero todo va sumando", reflexiona.
Pena lamenta que las administraciones "lleven años y años pasándose la pelota" y que Vigo carezca todavía de una depuradora en condiciones. Una opinión compartida por otros colectivos como la Federación Vecinal Eduardo Chao, que reclama una actuación "de forma inmediata" sobre el foco contaminante de San Simón, y la Plataforma pola Defensa da Ría, cuyo presidente demanda la "agilización" de las estaciones pendientes y "la recuperación o el confinamiento" de zonas potencialmente peligrosas, además de recordar que está en juego "un bien preciado del que viven miles de personas".
La asociación ecologista Amigos da Terra exige por su parte, "controles exhaustivos" del pescado y el marisco de la Ría para "garantizar que los niveles de metales pesados que se consumen a través de estas especies no son perjudiciales para la salud de las personas". Señalan también que la ampliación del muelle de Areal "agravará" aun más el problema y ponen en duda el rigor de las banderas azules.