El papel que tienen las praderas de C. nodosa como zonas de cría de las fases juveniles de las especies de peces litorales del Mediterráneo es todavía bastante desconocido, y esto a pesar de que dichas praderas, junto con las praderas de Posidonia oceánica, representan una de las biocenosis más importantes de este mar. En el marco de la tesis doctoral realizada por Amalia Cuadros, en la Estación de Investigación Jaume Ferrer, se ha estudiado la importancia que tiene la complejidad estructural de las praderas de C. nodosa en la organización y composición de las comunidades de juveniles de las especies de peces litorales.
El estudio se realizó en la bahía de Fornells (Menorca, Islas Baleares) durante el verano de 2013. La praderas de C. nodosa de esta bahía, situadas a menos de 1 metro de profundidad, presentan zonas con recubrimientos extensos del 100%, y otras zonas que contienen abundantes estructuras rocosas de pequeño tamaño.
Los investigadores del Centro Oceanográfico de Baleares estudiaron, mediante censos visuales, porciones de la pradera, comparando la comunidad de peces juveniles asociadas a zonas con praderas homogéneas (100% de C. nodosa) y zonas con praderas heterogéneas debido a la presencia de estructuras rocosas. El muestreo se llevó a cabo durante la época estival, cuando se producen las mayores tasas de asentamiento de juveniles de especies ícticas litorales del Mediterráneo.
Se observó que las zonas de la pradera con estructuras rocosas (praderas heterogéneas) albergaban mayor abundancia y riqueza de especies de peces que las zonas sin estas estructuras (praderas homogéneas), pero que ambos tipos de praderas eran importantes dependiendo de los requerimientos de cada especie en sus diferentes fases vitales. De este modo, especies como la doncella (Coris julis) y algunos serránidos (Serranus spp.) aparecían solo en las zonas de pradera heterogéneas. Otras especies como los tordos de pequeño tamaño (Symphodus spp.) y la salpa (Salpa salpa) aparecían en los dos tipos de pradera pero también eran más abundantes en las zonas con presencia de rocas.
Sin embargo, las densidades de algunas especies no aumentaron en las praderas heterogéneas demostrando una respuesta específica a la estructura del hábitat. Por ejemplo, especies como el esparrall (Diplodus annularis) presentaban abundancias similares en ambos tipos de pradera. Estas pequeñas estructuras rocosas generan pequeños ecotonos dentro de las praderas, creando recursos adicionales de refugio y alimento y permiten que especies típicas de hábitats rocosos cubiertos con macrófitos, encuentran nicho en estas pequeñas estructuras emplazadas en la pradera.
Fuente: diariodenautica
http://www.diariodenautica.com/el-ieo-estudia-las-comunidades-de-peces-en-los-fondos-de-la-bahia-de-fornells-en-menorca
