DNV y sus socios confirman la finalización de la Fase 1 de un proyecto industrial conjunto (JIP) sobre el impacto en el fondo y las condiciones parcialmente sumergidas, que ha dado lugar a un nuevo marco para optimizar el proceso de instalación de las turbinas eólicas en alta mar. Se anima a los nuevos socios a unirse a la Fase 2, que se centrará en la validación de modelos y el establecimiento de directrices comunes de mejores prácticas en beneficio de toda la industria

En la actualidad, la instalación de aerogeneradores en alta mar se realiza en condiciones meteorológicas muy benignas para limitar el impacto del fondo de las patas del jack-up con el lecho marino durante la fase de asentamiento. Esto restringe gravemente su operatividad y da lugar a elevadas tarifas por día que hacen que los retrasos sean muy costosos para los operadores y el fletador. Las regiones expuestas al riesgo de terremotos también exigen nuevas filosofías de funcionamiento, como el manejo de la grúa con el WTIV en estado semijacked.

A medida que el sector se adentra en un nuevo territorio con condiciones meteorológicas más duras, fondos marinos menos indulgentes y zonas sísmicas, es cada vez más urgente ampliar la ventana meteorológica para que los proyectos puedan ser completamente más eficientes“, afirma el presidente del comité directivo del JIP, Andries Hofman, de GustoMSC BV.

La ausencia de directrices y modelos para comprender plenamente las fuerzas de impacto en el fondo y las operaciones en la condición de semicolocación desencadenó la formación inicial del JIP en noviembre de 2020. El objetivo inicial era investigar los límites operativos y explorar posibles nuevas prácticas operativas. La reducción de los costes de instalación es fundamental para abaratar el coste de la energía eólica marina en el marco del impulso a la seguridad energética. Para ampliar los límites sin comprometer la seguridad es necesario basarse en conocimientos validados.

El trabajo del JIP será relevante durante mucho tiempo, ya que los parques eólicos de fondo que requieren la instalación de un jack-up seguirán siendo la forma más atractiva de diversificar nuestro mix energético. “, afirma el director del proyecto JIP, Antonio Goncalves, jefe de negocio de asesoramiento técnico de DNV. “El mercado se desarrolla más rápido que las reglas y la única manera de dar saltos significativos es compartiendo conocimientos. A través de una mejor comprensión de las fuerzas que están en juego y sus consecuencias, podemos aumentar el rendimiento y la seguridad en peores condiciones de mar, permitiendo una instalación de turbinas más eficiente y oportuna, lo que es una gran oportunidad para toda la industria.

La fase 1 dio lugar a un modelo numérico, desarrollado por DNV y basado en las aportaciones de todos los socios del PIC, para predecir con precisión las fuerzas de impacto del fondo y simular las condiciones de semiincorporación. El PIC está ahora abierto a más socios para que se unan a la segunda fase, con el objetivo de validar los modelos desarrollados con mediciones a escala real y establecer directrices comunes de mejores prácticas. El proyecto acoge a empresas energéticas, contratistas de instalaciones, diseñadores y astilleros, fabricantes de grúas o de aerogeneradores.

Fuente:
www.dnv.com/maritime

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