La Comisión Europea ha retrasado hasta el mes de septiembre la decisión final sobre las nuevas prioridades de la red transeuropea de transporte. En un principio, Bruselas debía hacer público en julio el listado de proyectos prioritarios de esta red para los próximos años, pero finalmente parece que la decisión se conocerá después de vacaciones, según avanzó ayer en Barcelona Vicenç Pedret, asesor de la dirección general de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea.
Se pretende dar plazo para que España y Francia defiendan el corredor del Mediterráneo
DIARIO DEL PUERTO, 29 Jun. (Barcelona).- Este retraso amplía el plazo para que España y Francia puedan acabar de convencer a Bruselas sobre la necesidad de incluir en este listado de prioridades al Corredor del Mediterráneo. Es, pues, una nueva oportunidad para que este corredor reciba ayudas europeas para su desarrollo y es, también, una nueva oportunidad para el Estado español.
Primero, se deben hacer públicas las orientaciones de las Redes Transeuropeas de Transporte (RTE-T), es decir, los proyectos cuyo desarrollo va a ser prioritario en los próximos años. Después, el Consejo y el Parlamento europeos discutirán estas orientaciones.
El asesor de la dirección general de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea, quien participó ayer en una presentación del nuevo Libro Blanco del Transporte de la Unión Europea, recordó que Europa destinará a estas RTE-T 550.000 millones de euros hasta el año 2020 y que las inversiones previstas para todas las infraestructuras de transporte ascienden a más de 1,5 billones de euros entre 2010 y 2030.
Sector estratégico
Sobre el nuevo Libro Blanco del Transporte de la Unión Europea, Vicenç Pedret recordó que este sector en la actualidad da trabajo directo a diez millones de personas en Europa y representa cerca del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de la UE, pero estas cifras no se corresponden con la importancia que el transporte tiene, en cuanto que es un sector estratégico.
El asesor de la dirección general de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea remarcó que “la importancia estratégica del transporte es mucho más grande que estos números” y aseguró que “Europa vende transporte a nivel mundial” y es algo que “queremos seguir haciendo” por lo que “nos interesa continuar siendo líderes a nivel tecnológico”.
Y esto es precisamente lo que Bruselas pretende con las directrices políticas reflejadas en el nuevo Libro Blanco del Transporte que, con un horizonte en el año 2035, pone un claro acento en la sostenibilidad que debe alcanzar el movimiento de personas y mercancías en todo el territorio de la Unión Europea.
Algunos objetivos
Entre los objetivos recogidos en este sentido en el Libro Blanco del Transporte, Vicenç Pedret recordó que, en el año 2050, es necesario haber alcanzado una transferencia modal del 50% de las mercancías de la carretera al ferrocarril y a las vías fluviales y que, en el año 2030, ya se tendrá que haber logrado la transferencia modal del 30% de las mercancías.
El representante de la Comisión Europea también recordó que es necesario reducir en más del 40% las emisiones del transporte marítimo y que el 40% del combustible utilizado por la aviación debe ser de bajo contenido en carbono. Además, en el año 2030 se deberá haber eliminado el 50% de los vehículos que consumen carburantes convencionales.
En el seminario, que tuvo lugar en la sede del departamento de Territori i Sostenibilitat del Govern catalán, también participaron, entre otros, Ricard Font, director general de Mobilitat i Transport de la Generalitat de Catalunya, y Saki Aciman, director general del Centro de Estudios de Transportes para el Mediterráneo Occidental (CETMO).
El objetivo general
El gran objetivo del nuevo Libro Blanco de Transporte de Europa no es otro que “establecer un sistema que sustente el progreso económico europeo, mejore la competitividad y ofrezca servicios de movilidad de gran calidad”, recordó Vicenç Pedret durante su intervención en el seminario organizado por el Centro de Estudios de Transportes para el Mediterráneo Occidental (CETMO) que tuvo lugar en la sede del departamento de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya. Esta nueva edición de la hoja de ruta de la política europea en materia de transportes destaca por intentar disminuir la dependencia del petróleo por parte de este sector, para lo que fija objetivos de reducción de consumo de estos combustibles, así como de emisiones contaminantes.