Todo ello permite a las empresas realizar una producción ajustada a la demanda y poder ofrecer precios más competitivos. Sin embargo, todo esto funciona porque los operadores 3PL y 4PL confían en las navieras para el movimiento de contenedores de acuerdo a un calendario fiable a un coste adecuado, según recoge el último informe de Xeneta
La confianza es la que permite al fabricante y al comprador llegar a un acuerdo sobre la producción y el consumo, minimizando los niveles de inventario y los costes financieros. Si los bienes cuestan menos, los consumidores compran más, por lo que el sistema al completo sale beneficiado.
Por eso, cada vez más compañías están adaptando su sistema de gestión de la cadena de suministro para una producción, control del inventario y entrega ‘justo a tiempo’ y por extensión, cada vez más navieras encuentran dificultades para realizar las entregas en plazo.
Un retraso de varios días o la cancelación de una rotación puede causar problemas a los fabricantes de piezas de automoción y otras compañías, que necesitan su material a tiempo para sacar el producto al mercado.
Los cargadores protestan por la subida de las tarifas y se quejan de los tiempos de tránsito más largos, pero también rechazan la formación de alianzas que prometen programaciones y tiempos fiables.
Efectos de las cancelaciones
Aunque algunos operadores, como Hapag Lloyd y Yang Ming han reportado beneficios en el tercer trimestre, otros no tienen aún la estabilidad financiera suficiente y han tenido que cancelar algunas rotaciones como respuesta a la caída de los precios.
Las cancelaciones no tienen ningún efecto en la tasa de fiabilidad de los operadores, pero su efecto en la cadena de suministro es claro, ya que la naviera que lo haga será considerada mucho menos fiable por los clientes.
Actualmente, las compañías tienen necesidades específicas y diseñan un plan adaptado a su situación. Muchas 3PLs y 4 PLs revisan los requerimientos de sus clientes, la capacidad, las comunicaciones y los indicadores de actividad cada 120 o 180 días para adaptarse a las condiciones del mercado.
El objetivo es proporcionar a sus clientes un servicio sin compromiso adaptado a sus necesidades, por lo que la cancelación de escalas, dejando los contenedores abandonados en el muelle, no resulta positiva. En este contexto, deben preguntarse cómo estar permanentemente actualizados y cómo afectan las tarifas a sus flujos de carga y a la confianza de sus clientes.
También deben valorar la importancia de contar con información precisa sobre el mercado para garantizar la llegada de su mercancía y decidir qué tipo de contratos pueden permitirles contar con precios más competitivos.
Fuente: maritimoportuario
Las navieras cada vez encuentran más dificultades para realizar las entregas en plazo