Os recordamos, que la Merchant Marine Act de 1920 (conocida como Jones Act) obliga a estados y territorios fuera del continente americano a usar la Marina Mercante de Estados Unidos para transportar bienes. El artículo 27 de esta ley trata del cabotaje y exige que todas las mercancías transportadas por mar entre en los puertos de los EEUU deber serlo en buques de bandera estadounidense, construidos en EEUU, propiedad de ciudadanos estadounidenses y tripulados por ciudadanos y/o residentes estadounidenses.
Según palabras de McCain, esta ley es arcaica y gravosa que entorpece el intercambio libre, reprime la economía e hiere a los consumidores. Con la nueva legislación los transportistas estadounidenses podrán adquirir nuevos buques a precios razonables construidos en el extranjero, reducirán los costes de transportes, les hará más competitivos y bajarán los costes de los bienes y servicios de los consumidores americanos.
En 2010 fue su primer intento, y en 2016 presentó una enmienda para eximir a los buques petroleros de esta ley. En ambas ocasiones las medidas no progresaron más allá del senado, y además para el caso de la enmienda del 2016 los navieros, las uniones marítimas y manufactureros se posicionaron en contra.
Según un informe del 2009 elaborado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (dependencia adscrita al Departamento de Seguridad Nacional), determinaba que las leyes costeras son proteccionistas e intencionadas para crear un “monopolio costero” a favor y protección de la Marina Mercante y de la construcción naval.
Fuente: Revista Ingeniería Naval