Con estas medidas, ANEN trata de estimular la demanda para que la industria náutica española (en serio peligro de extinción por la crisis) consiga mantener los 115.000 puestos de trabajo que genera; lo que se persigue es el mismo efecto que con el Plan Prever del Gobierno para el sector del automóvil.
Con el apoyo de la Administración, al igual que ocurre con los países de nuestro entorno, la industria náutica española podría llegar a generar más de 300.000 empleos (650.000 en Italia y 350.000 en Francia).
El duro tratamiento fiscal que sufre la industria náutica en España (el mayor de toda Europa), a juicio de la Asociación, está provocando una acusada pérdida del turismo náutico que se está desviando hacia otros países de Europa, fundamentalmente Italia, Francia, Croacia y Grecia. En España el 80% de los barcos de recreo miden menos de 8 metros de eslora, sus propietarios son personas de clase media.
ANEN lleva meses planteando ante el Gobierno, concretamente ante el Ministerio de Industria Comercio y Turismo, el Ministerio de Economía y Hacienda, las Comunidades Autónomas y ante diferentes organismos de la Administración Central y Autonómica con competencias en el sector de la náutica de recreo, la grave situación por la que atraviesa la industria náutica nacional, con una caída de las ventas que se cifra en torno al 70 % en el primer semestre del año.
En España la industria náutica tiene todas las condiciones a su favor para llegar a ser un sector industrial generador de riqueza y de empleo. Actualmente esta industria genera 115.000 empleos y aporta 5.536 millones de euros al VAB (Valor Bruto Añadido). Mantener estas cifras, que se podrían multiplicar por tres si nos igualáramos a nuestros vecinos europeos, depende, según ANEN, de que el gobierno tome medidas como suspender temporalmente el impuesto de matriculaciones que en España grava con un 12% (además del 16% de IVA) a los barcos de mas de 8 metros de eslora para uso particular; y a los que tienen más de 15 metros destinados al mercado de alquiler. Una iniciativa que, sin duda, animaría a la demanda y con ello potenciaría todo el engranaje que mueve detrás: la construcción de barcos, su mantenimiento, seguros, industria auxiliar, servicios que requieren los usuarios en puertos deportivos, hoteles, etc.
En países como Italia o Francia sus gobiernos han visto claramente esta importancia del sector de la náutica de recreo en la economía nacional y por eso han apoyado con medidas fiscales favorable a su industria náutica que genera 650.000 y 350.000 empleos respectivamente. En esencia esto es exactamente lo que ANEN quiere hacer ver a la Administración.