«Es el mejor año de anchoa desde que tengo el barco. En cantidad, tamaño y precio». Eduardo Carreño está exultante. El patrón del cerquero Ardorán, con base en el puerto coruñés de Portosín, lleva exiliado desde finales de febrero en el País Vasco, a donde se desplazó parte de la flota gallega para probar suerte en la costera del bocarte. Y la han tenido. Desde luego, ha sido la mejor campaña que recuerda Carreño desde que hace seis años se hizo con el Ardorán. «Hubo mucho recurso, de buen tamaño y, además, se vendió a buen precio, no bajó de 1 euro, cuando en años anteriores alcanzaba solo los 40 céntimos», resume.
«Había anchoas que parecían sardiñas», explicaba Carreño hace unos días, tras encontrar un gran banco de pescado frente a Cantabria, que incluso desbordó la lonja de Santoña. De hecho, los cerqueros gallegos surtieron a las conserveras especializadas en productos de máxima calidad, como Anchoas del Cantábrico Codesa, de Laredo (Cantabria). La calidad y el tamaño de los ejemplares era tal que llegaron a ofrecer nueve euros por el kilo de una anchoa de la que con solo 23 ejemplares se hacía un kilo.
La costera de la anchoa, y también la de la xarda, atrae cada comienzo de año a buena parte de la flota de todo el Cantábrico. Barcos gallegos participan en torno a medio centenar, que descargan sus capturas en los puertos de Ondárroa, Fuenterrabía y Pasajes. Los buenos resultados obtenidos este año permitirán a los pesqueros disponer de un colchón económico para resistir el resto del año. Nada que ver con la campaña del año pasado, que arrancó bien, pero a mediados de mayo la abandonaron por falta de rentabilidad debido a los bajos precios. «Non cubríamos gastos cos 40 céntimos por quilo que nos pagaban», explicaba Carreño el año pasado.
«No me gusta estar fuera de casa, pero no queda más remedio, tienes que sacrificarte», subraya el patrón del Ardorán. Pero los meses de exilio forzado están a punto de llegar a su fin. La flota gallega regresará del País Vasco a partir de la próxima semana, con los bolsillos más llenos de lo habitual, para sumergirse de lleno en la campaña de la sardina, con la mirada puesta en la fiesta de San Xoán. «A ver cómo va, la semana pasada volvió a aparecer sardina», explica Carreño, aunque la especie no ha dado grandes alegrías al sector en los últimos años.
Bien es cierto que también volverán a casa porque la cuota de anchoa está a punto de agotarse y ya la próxima semana solo se permitirá faenar dos días a la espera de conocer los consumos definitivos.Mientras, la flota vasca se concentrará en la costera del bonito, a la que también han partido barcos gallegos.
Los estudios científicos ya avanzaban que la biomasa de juveniles de anchoa en aguas del golfo de Vizcaya estaba en uno de sus mejores momentos: unas 370.000 toneladas, la mayor desde el 2003, lo que ya hacía prever el éxito de esta costera.
Fuente: LA VOZ
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/maritima/2017/06/12/mejor-ano-anchoa/0003_201706G12P23995.htm