Transporte marítimo: en vista de que el espacio acuático cubre cerca de un 75% de la superficie terrestre, es el medio de transporte más utilizado desde la antigüedad. Por lo intenso de la actividad marítima es expresión de un tipo nuevo de relaciones surgidas a raíz de la revolución industrial, a causa del intercambio entre países industrializados y países de economías en desarrollo. Los transportes marítimos constituyen transportes de masa, capaces de trasladar volúmenes considerables de mercancías a distancias largas, sobremanera, a tarifas de fletes relativamente bajas, con diferenciación en los tipos de naves; unos se dedican al logro de velocidades óptimas y al confort ideal, así como otros a lograr la eficacia máxima de transporte bajo costes mínimos.
Moderna y técnicamente, la ingeniería naval diseña diferentes tipos de naves en función de las necesidades y de los usos a los cuales se destinan: transporte de pasajeros en super trasatlánticos de lujo, tales como el QUENN MARY, con velocidad media de hasta unos 30 nudos. Asimismo, transbordadores rápidos de líneas regulares que admiten un mínimum de carga de mercancías, pasajeros, equipajes, paquetería, bienes de poco valor, además de la realización de cualesquiera eventos, como por ejemplo, los Grandi Navi Veloci, que navegan por el mar Adriático entre los archipiélagos e islas italianas, así como a Croacia y ciudades de la costa de África.
Transporte aéreo: actualmente, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) elabora un sistema global de navegación por satélite, cuyo acrónimo en inglés es GNSS, constelación de satélites que transmite rangos de señales, utilizados para posicionamiento y ubicación en cualquier lugar del globo terrestre, así como otras funciones útiles en la Radioayuda o radionavegación de alcance corto: VOR/DME, ADF, TACAN, ILS/MLS Y NDB, entre otros.
Fuente: NAUCHERglobal
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