Según ha indicado este lunes la organización de esta feria náutica, que llega ya a su trigésimo tercera edición y que ha crecido con el paso de los años, albergará sobre los diques del recinto unas 600 embarcaciones, un 30 por ciento más que en 2015, y otras 170 amarradas por los pantalanes.
Entre los yates expuestos figuran 65 clasificados de “megayates” por su lujo, tecnología y eslora, de 24 a 60 metros, y del total 49 están en venta y el resto se ofrecen en alquiler por “charter”.
Unos 35.000 visitantes podría recibir la actual edición del salón que ha sido presentada por el conseller de Trabajo, Comercio e Industria del Govern, Iago Negueruela, la directora gerente del Instituto de Innovación Empresarial, Nuria Hinojosa, y la presidenta de la Asociación de Empresas Náuticas de Baleares, Margarita Dahlberg.
El salón se celebra del 28 de abril al 2 de mayo.
La demanda registrada de este año ha superado las expectativas, hasta el punto de que la organización ha tenido que dejar fuera a unas 70 empresas y barcos, medio centenar más que el año pasado.
En esta edición, la superficie dedicada al salón náutico y a la exhibición de yates ha aumentado en 400 metros, con lo que ocupa un total de 5.500 metros.
Para ampliar el número de expositores y embarcaciones interesados en participar en el salón, la organización ha instalado varios pantalanes flotantes.
El conseller ha destacado la importancia de la colaboración publico-privada para organizar un evento que contribuye a impulsar un sector en el que están empleados unos 3.000 trabajadores.
Entre los expositores y barcos, en el salón hay más de 3.500 marcas procedentes de una veintena de países.