Vaya por delante que Diversified Communications, promotora del evento, descarta, al menos de momento, la cancelación de la feria, por más que son conscientes de que «los ataques de Bruselas tendrán un impacto en esta edición», admite Liz Plizga, vicepresidenta de la sociedad organizadora.
La suspensión no está en mente
Por lo de pronto, la compañía va de la mano de la ciudad de Bruselas, conocedora esta de la importancia de esta cita pesquera, que atrae a la capital belga a empresas de todo el mundo. Las autoridades llevan ya tiempo reforzando la seguridad y han tomado medidas adicionales para los tres días que dura la feria, amén de otras que puedan adoptar dependiendo de cómo evolucione la situación en los próximos días. Y aún más que no revelan por motivos de seguridad.
Todo para evitar problemas y, de paso, más bajas de las que ya se han producido. En este sentido, Diversified Communications entiende que el miedo es libre y que la decisión de asistir o no corresponde a cada empresa. De hecho, han recibido numerosas consultas por parte de los expositores trasladándoles su preocupación. Lo más que pueden hacer es tratar de ofrecer un entorno seguro y eso es lo que están haciendo.
Cierto que la noruega Austevoll canceló su participación. Como también se ha caído del catálogo la compañía islandesa HB Granci. Y ha desaparecido del cartel la comercializadora francesa R&O Seafood Gastronomy. De Estados Unidos también han renunciado varias compañías, tanto pesqueras como comercializadoras. Diversified Communications señala que hasta cierto punto es lógico ese rosario de bajas, pues «estaba claro que los atentados iban a tener su impacto en esta edición». Pero resalta que, de momento, la Seafood Expo Global ya sobrepasa las cifras del año pasado, al menos en superficie ocupada: 36.000 metros cuadrados de exposición. «Y cada día continúan reservando para participar», aseguraba Plizga.
Y a pesar de todas las bajas, se prevé que asistan más de 1.650 empresas de 70 países. Es más, algunos estarán por primera vez presentes en la exhibición. Es el caso de las Barbados, las islas Seychelles, Tanzania y Uganda. Habrá asimismo nuevos pabellones nacionales y regionales, como los correspondientes a Finlandia, Rusia, Escocia y Uruguay.
La presencia gallega
Galicia también estará presente. No solo empresas privadas a título particular, sino que también llevará su caseta la Consellería do Mar, en la que tendrán cabida varias compañías coexpositoras. También estarán Anfaco, Conxemar y la Autoridad Portuaria de Vigo, así como más de medio centenar de empresas de distintos puntos de la comunidad.
Mayor presencia policial, control de bolsos, cacheos y perros para detectar explosivos
La organización de la Seafood Expo Global advierte de que habrá más presencia policial y militar, ya no solo en la feria, sino también en las calles de la ciudad, en el metro y en el aeropuerto.
Además, avisa de que se registrarán los bolsos y maletas de los visitantes que accedan al recinto. Por cierto, que no podrán ser más de dos y de tamaño inferior a 30x43x15 centímetros. Como la inspección va a ser minuciosa, desde Diversified Communications recomiendan ir con suficiente antelación, y si es sin bolsos o bultos voluminosos, mejor, porque ahorrarán tiempo.
Quienes accedan deberán llevar un documento acreditativo con fotografía. Todo el mundo pasará el control de metales y será cacheado. Y no deben extrañarse si ven policías con perros para detectar explosivos.
Otro consejo que ofrece la organización es no llevar ropa abultada, que se lleve siempre la tarjeta identificativa que facilita la feria y que no se deje la acreditación personal a otros.
Transporte gratuito
Además, la compañía ha organizado un servicio de transporte gratuito que estará disponible para todos los participantes durante los tres días que funcione la feria. Este servicio, que estará a cargo de la Seafood y de la ciudad de Bruselas, recoge y devuelve a los participantes desde el recinto ferial hasta donde se alojen, siempre que se encuentren en alguna seis principales zonas de la ciudad. Es una opción que se combina con los pases de cortesía que ofrece el metro de Bruselas.