Los astilleros vigueses capearon el temporal y este año iniciaron la senda de la recuperación logrando contratos y diversificando su actividad. Uno de los ejemplos más claro está en Cardama, que innovó con la fabricación de un trimarán (para generar energía a partir de las corrientes marinas) y que es un proyecto de la firma redondelana Magallanes Renovables. También Vulcano, que construyó una rampa móvil para el muelle portuario de Bouzas y sigue negociando la venta del ferri que tiene a medio construir.
Barreras botó hace unos meses el flotel que está construyendo para Pemex y la petrolera mexicana anunció que le encargará otro de buque-hotel de similares características y que no se irá del accionariado (donde ostenta el 51 por ciento). Freire puso en vigor varios contratos que le aseguran carga de trabajo para los próximos años con un buque escuela, un oceanográfico y un pesquero. También Armón logró pedidos internacionales que le permiten tener una de las carteras más estables de actividad. Metalships oficializó la entrada en el astillero del grupo chino- angoleño China Sonangol, pero sin ningún contrato nuevo.
(Fuente: www.asime.es)