La Ciencia Ciudadana consiste principalmente en aportar a los ciudadanos una manera estructurada de registrar sus observaciones y compartirlas con los científicos usando en muchas ocasiones las nuevas tecnologías de las que disponen como smartphones y tablets. Estas aportan, además de los registros fotográficos, ubicuidad, inmediatez, interconexión y capacidad de posicionamiento de la observaciones. El desarrollo de estos nuevos observatorios ciudadanos tiene el potencial de generar aplicaciones nuevas, reducir el coste de las observaciones científicas y crear partenariados entre los centros de investigación, el sector privado, las ONGs y los propios ciudadanos que son ahora los protagonistas de la ciencia, nos explica el Dr. Garcia Soto.
Un buen ejemplo en Europa es el programa italiano “Occhio Alla Medusa” que analiza la ocurrencia de medusas a lo largo de la costa de Italia. A través de la participación ciudadana se han descubierto en este programa nuevas especies, se han incrementado los registros de distribuciones costeras y se ha incrementado el conocimiento público sobre esta temática y sus diversas implicaciones, comenta el científico. El programa ha sido tan exitoso que se ha expandido hacia los 10 países europeos del Mediterráneo. Un programa parecido tiene lugar en el Mar del Norte en Alemania donde personas jubiladas contribuyen activamente a la monitorización de las mareas rojas.
El estudio que comienza ahora pretende obtener cinco resultados principales. Primeramente identificar los factores comunes de los programas de ciencia ciudadana que tienen éxito examinando los proyectos y casos existentes en diferentes disciplinas. En segundo lugar recomendar los tipos de datos marinos que son más susceptibles para la toma y análisis por parte de los ciudadanos no especialistas sin comprometer la precisión de los datos. En tercer lugar, hacer recomendaciones sobre las mejores
prácticas cara a incorporar la Ciencia Ciudadana a los proyectos de investigación marina. Esto incluye por ejemplo analizar como implicar a las ciudadanos, y cuál es la mejor manera de satisfacer sus expectativas y las de de los científicos. Y finalmente en base a estos hallazgos, proveer recomendaciones a los centros oceanográficos europeos sobre la investigación marina que es más adecuada para la Ciencia Ciudadana y sobre lo que será necesario cara a apoyar en estos centros la Ciencia Ciudadana en el contexto futuro.
La participación ciudadana es uno de los signos de nuestro tiempo y la ciencia no puede quedar al margen de este gran objetivo social, concluye el científico del IEO.