La presencia de la flota europea en África ha despertado recelos entre diversos colectivos, con los ecologistas a la cabeza. Acusan a los barcos comunitarios de expoliar los recursos del continente en una suerte de abuso por la falta de capacidad para ejercer control por parte de los Estados. Un punto de vista que rechazan abiertamente los propios operadores pesqueros y la misma Comisión Europea, como así quedó patente ayer en la primera jornada de la Conferencia sobre la Dimensión Exterior de la Política Común de Pesca organizada en Las Palmas por el Consejo Consultivo de Larga Distancia (LDRAC) y que ha reunido a expertos de 24 países. Una de las voces más altas a la hora de rebatir las acusaciones fue la de Javier Garat, secretario general de Cepesca, que destacó que los acuerdos de pesca de la UE con terceros países «son los mejores y más transparentes del mundo, garantizan una pesca sostenible y fomentan la cooperación al desarrollo». Y, pese a eso, «siguen existiendo trabas para la flota comunitaria en los caladeros internacionales».
Cumplimiento de los pactos
Garat puso el acento en la necesidad de mayor seguridad jurídica para la flota comunitaria en el cumplimiento de los acuerdos, apelando tanto a la Comisión Europea como a las autoridades de los terceros países para que velen por el cumplimiento de unos pactos que, en el caso de España, afectan a 205 embarcaciones y 3.744 tripulantes, aparte de suponer cerca del 60 % del total de capturas de la flota española (560.000 de las más de 952.000 toneladas totales).
El director general de Asuntos Internacionales y Mercados de la DG Mare, Stefaan Depypere, subrayó que la práctica totalidad de los pactos pesqueros son con países de África, y puso el acento en la necesidad de ser socios creíbles, «confiar uno en el otro».
Eso encajó con alguno de los aspectos que, a juicio del secretario general de la patronal pesquera deben mejorarse. Está el proceso de la expedición de licencias, o los problemas para contratar a tripulantes del tercer país que carecen de formación y que generan inseguridad en los buques. Y está «la adopción unilateral de medidas supuestamente destinadas a garantizar la gestión sostenible de los recursos pesqueros sin tener en cuenta las recomendaciones científicas», algo que debe evitarse.
«La coordinación en el ámbito científico es necesaria y para eso están las reuniones de las comisiones mixtas», en las que las decisiones se tomen entre las dos partes.
