NAVALIA. El astillero Nodosa de Marín ha puesto en vigor el contrato de un nuevo pesquero de unos 30 metros de eslora para un armador holandés valorado en cerca de 5 millones de euros, proyecto que sumado al palangrero de 60 metros de eslora para Malvinas firmado a finales de abril asegura carga de trabajo para el próximo año y medio.
Nodosa ha culminado con éxito el proceso de integración de la extinta Factoría Naval de Marín, efectiva desde el pasado 1 de febrero, con la que ha triplicado su capacidad productiva y sumado veinte nuevos trabajadores al equipo. Con las nuevas instalaciones, el astillero se abre a nuevos segmentos de negocio como el de las reparaciones y transformaciones de buques de grandes esloras (mercantes, atuneros, etc.), en el que acaban de estrenarse con atunero para el grupo Calvo, el Monterocío.
El corte de chapa para los nuevos buques, tanto el arrastrero para Gran Sol como el palangrero de Malvinas, arrancará entre los meses de agosto y septiembre. Rafael Outeiral, director financiero de Nodosa Shipyard, indicó que el pesquero holandés tiene un periodo de ejecución de entre 12 y 14 meses, mientras que el palangrero, de entre 18 o 20 meses. “Esto nos da margen para realizar una labor comercial con tranquilidad, sin riesgos”, explicó. Tras la integración, Nodosa apuesta por mantener y reforzar su área de negocio actual, centrada en las reparaciones y transformaciones de buques (es el astillero español que más alargamientos de barcos ha realizado) y la construcción de pesqueros, barcos de acuicultura, pequeños remolcadores y dragas, y por abrirse a nuevos mercados como las reparaciones de buques de grandes esloras, como los mercantes y atuneros.
En este sentido, la integración de las instalaciones de la antigua Factoría Naval de Marín ha sido clave, ya que ha pasado de gestionar tres gradas a seis, una de las cuales tiene capacidad para buques de hasta 160 metros de eslora y se convierte en dique seco gracias a un sistema de compuertas. “El salto fue exponencial. Ahora podemos atender proyectos que antes se rechazaban por falta de capacidad”, reconoció Outeiral. En la actualidad, cinco de las seis gradas ya están ocupadas. La primera por un atunero del Grupo Calvo, el Monterocío, de 70 metros de eslora por 12 de manga, y la segunda por un pesquero ucraniano. También se están reparando en las instalaciones de Marín el B/O Francisco Paula de Navarro, del Instituto Español de Oceanografía (IEO), con casco de madera, y el pesquero Pedra Blanca. Y en construcción, el astillero sigue adelante con la obra de un remolcador de 30 metros de eslora y capacidad de tiro de 70 toneladas para el mercado de exportación.
Actividades
El grupo Nodosa, propiedad de las familias Novas y Dopico, distribuye su actividad entre sus filiales industrial (Nodosafer, fabricante de maquinaria para sectores como el granito) y naval (Nodosa Shipyard). En el negocio naval, el centro logístico de Bueu sigue realizando todas las tareas de prefabricación de los buques (corte de chapa, fabricación de los bloques, etc.), mientras que en Marín posee ahora una concesión marítimo terrestre de cerca de 40.000 metros cuadrados (entre terrenos y lámina de agua) y parte de una nave en el muelle de reparaciones del Puerto.
El astillero siempre ha estado vinculado a la pesca, construyendo pesqueros y buques de apoyo para la acuicultura (bateeiros, etc.), aunque desde 2005 y hasta la actualidad, por la falta de subvenciones y ayudas a la renovación de las flotas, la factoría marinense se dedicó a otros barcos como los remolcadores y las ecodragas, segmento este último en el que ya es una referencia internacional. La filial naval ocupa a unos 90 empleados.
(Fuente: www.asime.es)

 

http://www.navalia.es/es/noticias/sector-naval/1436-nodosa-asegura-ano-y-medio-de-trabajo-con-un-segundo-pesquero-para-holanda.html

 

Be Sociable, Share!