Además de la bajada del precio de los combustibles, un factor que, como venimos informando en NAUCHERglobal, ha cambiado el panorama del mercado de fletes, el cambio de director general de Trasmediterránea supuso una inyección de optimismo sobre el futuro de la empresa. El cese de Ignacio Aguilera y el ascenso de Mario Quero en el pasado mes de diciembre significó una luz al final del túnel. Mario Quero, un ingeniero naval con larga experiencia en la naviera, cuenta con la confianza del conjunto de cargos directivos de primer y segundo nivel de la compañía, un factor imprescindible para enderezar el rumbo.
Entre los marinos mercantes, la mala marcha de Trasmediterranea era vista con dolor. Muy pocos profesionales no han navegado en sus buques, como alumnos u oficiales, y aunque las experiencias son lógicamente muy diversas, la inmensa mayoría guarda de la naviera un recuerdo entrañable.
La situación de Trasmediterránea, de todos modos, sigue siendo delicada. Tantos años sin un plan estratégico; tantos años de decisiones erráticas y ruinosas han dejado la compañía descapitalizada. En estos momentos el gran problema de la naviera es su urgente necesidad de renovar la flota, de invertir para el futuro. Las malas condiciones del mercado para el fletamento de ferrys en time charter, escasos y caros, puede llevar al presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, a convencerse de la necesidad de construir barcos propios y enderezar el rumbo de Trasmediterránea.
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