Holanda fue el país que denunció a España por su sistema de bonificaciones fiscales conocido como “tax lease”, lo que provocó la apertura de un expediente y que el comisario de la Competencia, el español Joaquín Almunia, lo declarase ilegal. Esta decisión casi provocó el hundimiento de la industria naval privada española, a la que se expulsó del mercado mundial ante la incertidumbre generada no sólo sobre el nuevo modelo de bonificacionese, sino porque se obligó a los financiadores a devolver las ayudas a la construcción de varios barcos construidos entre 2005 y 2011. Así que nadie quería invertir en el sector en España.
Según los cálculos de Álvaro Platero, presidente de los astilleros asturianos Gondán y de Pymar, el sector perdió la contratación de unos 50 barcos en España, unos 2.000 millones de euros. Y todo ello en plena crisis económica y financiera.
Platero, como presidente de Pymar, ya denunció en varias ocasiones el trato discriminatorio recibido por España frente a otros países, principalmente Holanda y Francia. Ayer, en una entrevista en la Radio Galega, la consejera delegada de Pymar insistió en esta idea, y remarcó que “sería sano” que la Comisión Europea investigara el sistema holandés, porque de esa manera “demostraría el trato igualitario” a todos los países.
La industria naval española ya ha iniciado su recuperación después de tres años de zozobra, los que tardó Bruselas en resolver el expediente. Ahora, con un nuevo sistema de “tax lease” negociado con la Comisión Europea y que entró en vigor el pasado 1 de enero, la contratación de nuevos buques está desbloqueada y viento en popa.