Al encuentro asistieron representantes de alto nivel de Navantia, de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales), de Gas Natural y de Knutsen, el armador que encarga el barco. Durante varias horas se estuvo hablando de cómo será este barco y, pese a ser un encuentro puramente técnico, al menos finalizó con la sensación de que las instalaciones de Puerto Real avanzan en su objetivo.
De la propuesta que ayer presentó Navantia no trascendió tampoco dato alguno, más allá de lo conocido: que la construcción del gasero supondrá unos dos millones de horas de carga de trabajo y que comportará una tecnología punta que lo diferenciará de sus ‘buques gemelos’, los cuatro gaseros de Gas Natural que ya se construyen en astilleros asiáticos.
En su visita a la capital gaditana de hace unas semanas, el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, ya comentó que la intención de la compañía pública era “poner la quilla de este barco en enero de 2015”. Sin embargo, esta fecha fue considerada desde ámbitos sindicales como excesivamente optimista, ya que de ser así, el corte de chapa tendría que producirse incluso antes de verano, algo que de momento no parece viable.
No obstante, las partes quedaron ayer, al parecer, satisfechas con la visita a las instalaciones de Navantia-Puerto Real.