En cuatro años se gastaron 185,2 millones de euros y se equiparon 12.000 buques para esta materia
FARO DE VIGO, 03 Feb. (Vigo).- Bajo el título “¿Pescado ilegal? No, gracias”, la UE remarca todos los trabajos llevados a cabo desde 2010, año en el que Maria Damanaki se convirtió en comisaria de Pesca. “Hace cuatro años la Unión Europea decidió emprender la guerra contra la pesca ilegal en casa y en el extranjero. En casa, armonizaba las normas, inspecciones y sanciones. Para el resto del mundo cerró su propio mercado para pescado de dudosa procedencia y advirtió de posibles represalias económicas a aquellas naciones que hacen la vista gorda a las prácticas ilícitas en el mar”, indican en el texto.
De esta forma, las irregularidades detectadas, y que significaron, por ejemplo, la rebaja de 65.000 toneladas de cuota de caballa en marzo de 2013 para España -un tema muy de actualidad por la crisis del cerco gallego-, llegaron a través de 230 controles en los estados miembros.
Coste tecnológico
El coste total de la tecnología empleada para realizar estos controles ascendió a 185,2 millones de euros, además de contar con 12.000 barcos equipados. Estos gastos se dividen entre sistemas de seguimiento de buques o VMS (16 millones de euros); registros electrónicos y sistemas de notificación o ERS (21,3 millones de euros); nuevas tecnologías y redes informáticas (108 millones de euros); equipar los barcos con ERS (33 millones de euros); varios proyectos piloto (1,5 millones de euros); gastos de formación e iniciativas para aumentar la concienciación de la nueva Política Pesquera Común (1,7 millones de euros) y buques y aeronaves de vigilancia (3,7 millones de euros).
A partir de este año la UE pondrá a disposición de los estados miembros alrededor de 150 millones de euros que irán destinados a adquirir nuevas embarcaciones patrulla o aeronaves, así como para capacitar a más personal que se encargue de que se actúe bajo la legalidad pesquera.
Con otros 480 millones de euros, el nuevo Fondo Europeo Marítimo y de Pesca apoyará también las operaciones actuales y financiará innovadoras técnicas como el análisis de ADN para establecer la cadena y el punto de origen exacto de un lote que contenga pesca ilegal.
Además, en paralelo a todo esto, las nuevas normas contra el despilfarro y la sobrepesca se pusieron en marcha el pasado 1 de enero de 2014, día en que entró en vigor la reforma de la política pesquera común.
“De este modo el proceso de garantizar un uso racional y responsable de los recursos pesqueros por parte de todos será completa”, indica la publicación.
“Ahora que la reforma de la Política Pesquera Común está en marcha”, indicó la comisaria Damanaki, “mi prioridad es volver al control de la pesca y la vigilancia”.