Navantia en Australia se ha convertido en “una empresa estratégica” en este país
Sídney (Australia), 29 Ene.- Navantia busca consolidarse en Australia como un “suministrador fiable” de barcos militares con la próxima llegada al país oceánico del megabuque “Adelaide” prevista para mediados de febrero, dijeron hoy fuentes de la empresa española.
La trayectoria de Navantia en Australia en los últimos años la ha convertido en “una empresa estratégica” en este país, que actualmente tiene una “confianza muy alta en España”, dijo a Efe el director de Navantia en Australia, Francisco Barón.
Navantia ha construido en sus astilleros de Ferrol dos megabuques para Australia, el “Adelaide” y su gemelo “Canberra”, que ya llegó el año pasado a la ciudad de Melbourne y que pronto será sometido a pruebas antes de comenzar a operar con la Armada australiana. El “Adelaide”, que viaja a bordo del “Blue Marlin”, será desembarcado y posteriormente remolcado al astillero de Williamstown, cerca de Melbourne, para que se termine la construcción del puente de mando y se coloquen los equipos electrónicos antes de su entrega en unos 18 meses.
Navantia también forma parte en Australia de una alianza con la gubernamental Organización de Material de Defensa, además de la ASC y Raytheon Australia para fabricar tres destructores de defensa antiaérea (AWD), basados en el diseño de la fragata F-100 española.
El responsable de Navantia se mostró orgulloso del proyecto, que comenzó en 2007 y en el que la compañía española aporta los diseños, al tiempo que calificó de “razonables” los retrasos y otros problemas surgidos en la construcción de los tres destructores de defensa antiaérea.
El pasado diciembre, la prensa australiana se refirió a los sobrecostes, la gestión de los astilleros y un supuesto problema en el entendimiento de los diseños españoles. Un informe de la Oficina Australiana de Auditoría Nacional adelantado por el diario “The Australian” señaló que la construcción de estos tres buques excedió en unos 95 millones de dólares (69 millones de euros) el presupuesto asignado para el año fiscal 2012-13, que era de 554 millones de dólares (401 millones de euros).Barón enfatizó que se trata de “problemas normales en esta clase de negocios” que además están marcados por la juventud de la alianza y de la industria de construcción naval en Australia en el proceso de mejorar su “oficio y experiencia” en este sector.
Respecto a los diseños, el alto ejecutivo español subrayó que la terminología de los planos es clara y agregó que Navantia tiene un equipo de expertos que ya ha construido cinco navíos similares, por lo que cuenta con la confianza de sus pares australianos.”El problema no es que no se entiendan, el problema es la naturaleza de este negocio en donde hay modificaciones a los planos” generados por “los requerimientos del cliente respecto a sistemas particularizados” o “cambios que no siempre llegan en el mejor momento y que deben ser gestionados de manera óptima”, acotó.”Lo deseable es que todo fuera perfecto, sin retraso ni sobrecostes”, insistió Barón al asegurar que a pesar de estos escollos su empresa no está preocupada por su prestigio.
Navantia, que actualmente tiene entre manos un encargo para diseñar un megabuque y cuatro lanchas de desembarco rápido para Turquía, tiene en la mira la adjudicación de los contratos para reemplazar los navíos de apoyo logístico para la Armada australiana.
Para ello España ya envió a Australia el año pasado al “Cantabria”, un navío de aprovisionamiento en combate (BAC).Esa misión de diez meses en Australia fue un “éxito rotundo” porque el navío “no falló nunca” en la entrega de combustible y víveres y solo ha registrado “averías mínimas”, destacó Barón. La presencia del “Cantabria” en Australia contribuyó a que Navantia sea un “serio candidato” en el futuro proceso de adquisición de navíos auxiliares y aunque pueda haber una “cierta preferencia” por los diseños españoles se debe tener en cuenta que la competencia de países como Alemania y Corea del Sur es “inevitable”, comentó con cautela. Y es que la licitación para construir esos barcos de aprovisionamiento aún no ha sido convocado por el nuevo gobierno de Tony Abbott, que asumió las riendas del Ejecutivo en septiembre pasado prometiendo muchos recortes presupuestarios.