El Parlamento Europeo recogió esta semana el testigo de la comisaria europea de Pesca, Maria Damanaki, y estudia en base a la propuesta del Ejecutivo de Bruselas una prohibición gradual de las artes de pesca de arrastre y enmalle que podría poner en peligro la actividad de 300 buques gallegos, de los cuales, 164 son arrastreros.

 

cmefoto23dLa propuesta puede afectar al futuro de 300 buques gallegos

LA VOZ DE GALICIA, 23 Sep. (A Coruña).- El objetivo, según Kriton Arsenis, responsable del informe que se debate en la Eurocámara, es evitar el alto porcentaje de capturas accesorias de especies de aguas profundas y la degradación del fondo marino en zonas vulnerables. Sin embargo, lo que puede ser un paso adelante para preservar los stocks y la biodiversidad de los fondos, puede convertirse en un nuevo golpe para el sector pesquero gallego si la Eurocámara no consigue un texto final equilibrado que permita a los buques seguir empleando este tipo de artes de pesca.

Gestión del arrastre

Los representantes del sector y un gran número de eurodiputados se mostraron en contra a la propuesta de Damanaki y Arsenis de poner fin al arrastre y enmalle, al considerar que se trata de una «solución simplista y cómoda», en palabras de la popular portuguesa, Patrão Neves.

En la mesa de debate de la Comisión de Pesca del Parlamento se propuso el pasado miércoles que se elaboren planes de gestión para la flota que pesca en aguas profundas con estas técnicas, opción que defiende el sector. «No podemos aceptar una prohibición radical aunque sea progresiva. Hay que cartografiar y poner límites en función de la zona y la huella ecológica. Hay fondos marinos que necesitan protección, pero otros sedimentados y arenosos que no son vulnerables», advirtió la socialista francesa Isabelle Thomas, que también alertó del peligro que puede conllevar una solución tan radical: «Esta propuesta pone en una situación muy delicada la pesca a largo plazo, sobre todo para la flota de arrastre, que es una de las más importantes. Puede ser un precedente peligroso para el sector».

Su colega española Dolores García-Hierro recordó que no existen precedentes en los foros internacionales de una prohibición de tal calibre y se queja de que «no se haya tenido en cuenta a la delegación española de pesca».

El sector insiste en que la supervivencia de la flota de arrastre y enmalle no pasa por transformarse, sino por asumir esos planes de gestión de los que se habla en la Eurocámara, argumentando que son los primeros interesados en preservar los stocks de los que depende su actividad.

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