El astillero negocia la construcción de otros buques, como un off-shore para Venezuela
DIARIO DEL ATLÁNTICO, 05 Sep. (Vigo).- Por el momento se trata sólo de un casco y será el comprador el que determine la obra a seguir en el interior del barco, por lo que la carga de trabajo estimada durará aún más de un año, sobre todo para la industria auxiliar.
La venta del buque -de 139 metros de eslora y capacidad para 1.500 personas y 400 vehículos (fue contratado como un ferry)- supondrá un soplo de aire fresco para Vulcano, que recibirá una inyección de dinero por la venta que se sumaría a los 40 millones de euros que tiene de liquidez en caja -generados por la entrega de un sísmico hace año y medio-.
Vulcano, que superó un concurso de acreedores el año pasado, está negociando varios contratos más, entre ellos la construcción de un off-shore para un armador de Venezuela.
El astillero vigués entró en concurso en 2011 y lo superó tras perdonarle Pymar 48 millones de la deuda. Estuvo sin trabajar durante un año y medio y a principios de 2013 retomó la actividad con la construcción de este barco en Sevilla, que luego fue trasladado a Vigo, donde será finalizado. El navío fue contratado en 2007 por la naviera Viking Line y en 2010 lo canceló por los retrasos en el plazo de entrega que estaba previsto para un año antes.
Mientras, el naval de la Ría está a la espera de que el Gobierno cuantifique la devolución de las ayudas del ‘tax lease’ impuesta por la Comisión Europea, un paso relevante para el sector ya que la incertidumbre generada no les permite contratar barcos con el nuevo sistema fiscal. Y los datos así lo corroboran: en el primer semestre del año lo astilleros vigueses no consiguieron ningún pedido, mientras que Asturias y País Vasco lograron 14. La cartera de pedidos del naval vigués supone a día de hoy el 28% del total nacional frente al 38% de los astilleros asturianos y el 35% de los vascos.
