Los últimos infantes de Marina destinados en Afganistán vuelven a casa. Ayer el Tercio de Armada (TEAR) de San Fernando fue escenario del acto de recibimiento que fue presidido por el almirante de la Flota, Santiago Bolíbar Piñeiro, con la presencia en el Patio de Armas de otros compañeros del cuerpo.

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La Armada finaliza su contribución a la fuerza española desplegada en Afganistán después de cinco años de trabajo

DIARIO DE CADIZ, 24 Jul. (Cádiz).- El repliegue de este último contingente español, integrado en la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad que la OTAN que mantiene en Afganistán, pone fin a más de cinco años de intervenciones y presencia continua de la Armada española en este país asiático. La contribución de la Infantería de Marina a la fuerza española desplegada en Afganistán consistió desde que empezara la colaboración en 2008 en aportar equipos de control aerotáctico en las rotaciones, así como ayudar a la formación del Ejército Nacional afgano.

Los cinco miembros del Equipo de Control Aerotáctico (TACP) que ahora vuelven fueron los protagonistas del sencillo pero emotivo acto que les brindó la Armada en sus instalaciones militares bajo la mirada de sus familiares que observaban ilusionados como los altos cargos ofrecía sus felicitaciones a cada uno de ellos por el trabajo realizado en la provincia de Baghdis. El almirante de la Flota se acercó personalmente a las familias de los miembros del TACP allí presentes y dedicó unas palabras de agradecimiento a los infantes. A continuación pidió que se recitara el himno de la fuerza militar. A una sola voz los marines formados y engalanados con sus uniformes impolutos en el patio del Tercio de Armada celebraban la vuelta de los suyos ante una imponente bandera española.

El capital del TACP, Manuel Gambero Quirós, se mostró satisfecho del trabajo que tanto su equipo como él han realizado durante los tres meses que ha durado el despliegue y aseguró que se ha producido una evolución fructífera en la zona contribuyendo así a la mejora de los ciudadanos afganos.

El acto finalizó con un desfile militar pero sobre todo con las ganas de volver a casa de los cinco infantes.

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