La patronal Asime pide al Gobierno que se pronuncie con urgencia sobre las devoluciones para propiciar el cierre de contratos
LA VOZ DE GALICIA, 23 JUl. (Vigo).- Aseguró que la relevancia de alguna de esas negociaciones -en clara alusión a los floteles de Pemex- son bien conocidas debido a su proyección «social y mediática», pero añadió que no lo son menos las que se mantienen en la esfera de la privacidad. Si los plazos se cumplen y el Ministerio de Hacienda agiliza los deberes, las primeras operaciones podrían firmarse en pocos meses, lo que garantizaría que en 2014 la actividad regresaría a la práctica totalidad de las factorías.
La clave, dijo Mallón, está en que inversores y entidades financieras sepan definitivamente a qué atenerse y, a la vez, ser capaces de poner en valor el nuevo tax lease aprobado el pasado noviembre que, aseguró, es el que, a día de hoy, mayor seguridad jurídica ofrece de los 17 sistemas de bonificación fiscal que existen en la Unión Europea. Añadió que lo que no deben sentirse en ningún caso los inversores es «abandonados» por el sector y mucho menos «pensar que el naval no protege sus intereses».
En este sentido, no descartó la posibilidad de recurrir ante los tribunales comunitarios la decisión de la Dirección General de la Competencia de la UE que, pese al importante giro que supuso situar el corte de las devoluciones en el años 2007 y eximir astilleros y armadores, siguen considerando «injustas y discriminatorias». Sin embargo, matizó Mallón, «lo importante es la postura común que esperamos conseguir en los próximos días». En este sentido, tanto la vicepresidenta del Gobierno como el ministro de Industria han coincidido en señalar que tomarán la decisión que consideren más adecuada después de escuchar a todas las partes.
Seguridad jurídica total
Enrique Mallón mostró su confianza en que los armadores que en las últimas semanas habían hecho llegar su preocupación a los astilleros por el desenlace del tax lease, y habían dejado constancia por escrito de que si resultaban salpicados no volverían a contratar un barco más en Galicia, vuelvan de nuevo los ojos a la comunidad porque la situación ha cambiado y la «seguridad jurídica es total».
Explicó el secretario general de Asime que uno de los primeros cometidos del sector pasa por convencer a armadores, entidades financieras e inversores de que «este sector está muy vivo, con capacidad de movilización en los despachos y también en la calle». Hizo hincapié en que Galicia en general y la ría de Vigo en particular cuenta con «todos los mimbres» para relanzar el sector, entre los que uno no precisamente menor es que los potenciales clientes e inversores «saben que somos de fiar».