El proyecto, de 35 millones de euros, incluye un paseo marítimo y el aporte de arena a Meloneras y Pasito Blanco
LA PROVINCIA, 03 Abr. (Las Palmas).- El puerto de Meloneras conlleva, además de la construcción del muelle deportivo para 415 atraques en la lámina de mar y de 80 a 125 más en la marina seca, la ampliación y el aporte de arena a las playas de Meloneras y de Pasito Blanco (su nombre real es El Hornillo), así como la conclusión del paseo marítimo entre estas dos zonas turísticas de San Bartolomé de Tirajana. La obligación de mejorar las playas de Meloneras y Pasito Blanco, así como la de continuar todo el paseo para dejar unidas estas zonas, se recogen en el Plan Insular de Ordenación del Cabildo de Gran Canaria. Con todo, este puerto también contará con un club náutico de unos 1.500 metros cuadrados de superficie, una escuela de vela de 250 metros cuadrados, una zona comercial de unos 2.500 metros cuadrados y un aparcamiento para 406 vehículos.
Los técnicos de Costas conocieron la semana pasada con detalle todo el proyecto de las instalaciones náuticas de Meloneras, realizado por la empresa americana Edsa, y se percataron de que ya no es preciso construir el dique previsto hace años en esta playa para evitar que las corrientes se llevaran la arena. Los representantes de Lopesan explicaron a Costas que estudios técnicos realizados por la Universidad de Santander concluyeron que el citado dique naciente de protección no es necesario porque en lugar de estabilizar la arena provocaría una pérdida del árido. De esta forma, será el contradique del nuevo puerto el que sirva de abrigo a la playa de Meloneras, a la que se aportarán 20.000 metros cúbicos de arena. La misma situación se aplica en la playa de Pasito Blanco, que se amplia hacia el contradique del muelle y recibirá unos 5.000 metros cúbicos de árido.
Aunque el Cabildo de Gran Canaria puso como requisito que el muelle tuviera capacidad para dar atraque a barcos con una eslora mínima de 8 metros, el proyecto que pretende llevar a cabo el grupo Lopesan ha ampliado esta medida, de tal forma, que la capacidad mínima de las embarcaciones es de 12 metros. Asimismo, fuentes de este promotor destacaron ayer que la ubicación de este puerto es perfecta respecto a los establecimientos turísticos del entorno, puesto que la infraestructura náutica se implanta a una distancia de más de cien metros.
Al mismo tiempo, añadieron que el diseño ha sido “muy respetuoso” con el paisaje y el medio ambiente, y por ello, se ha procurado, tras estudiar los temporales de los últimos sesenta años, que el dique tenga la altura mínima posible para reducir el impacto visual. Con este mismo objetivo, según explicaron, se han incluido varios espacios de zonas verdes y se ha aplicado un tratamiento de color verde a todos los taludes.
También dejaron claro que se ha estudiado perfectamente la ubicación de la zona LIC (Lugar de Interés Comunitario) a la hora de distribuir la infraestructura náutica sobre la costa de Meloneras.
Desde 1996, el Plan General de San Bartolomé de Tirajana recoge que el muelle de Pasito Blanco es insuficiente para cubrir la demanda de atraques y contempla la construcción de dos puertos deportivos, ambos de iniciativa privada, uno en Meloneras, de 500 amarres y otro en Bahía Feliz, para 400 embarcaciones. Por su parte, el Cabildo de Gran Canaria fija primero en el Plan Insular de Ordenación, y después en el Plan Especial de Puertos Deportivos, las obligaciones que deben cumplir los promotores de estos muelles, que van desde la mejora de las playas, mediante obras de estabilización de los parajes existentes hasta la creación de zonas de baño nuevas por compensación, hasta la creación de 50 metros cuadrados por atraque, y rampas varadas para la vela.