Anunció que una de las prioridades en materia pesquera para este año iba a ser el control, y Agricultura ha empezado el año dando muestras de ello. El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, firmó ayer un memorando de entendimiento con las autoridades noruegas para vigilarse mutuamente en el desarrollo de las actividades pesqueras que realizan en los caladeros del Ártico.

 Pretenden cerrar antiguas diferencias que se saldaron con apresamientos 

LA VOZ DE GLAICIA, 10 Ene. (A Coruña).- El pacto abre la puerta a un intercambio de información entre ambos países sobre desembarques, cuotas de pesca, transbordos e infracciones que permitirá, por una parte, «reforzar la cooperación en materia de inspección» y, por otra, «garantizar una transparencia que permita transmitir una imagen de confianza», señalan fuentes del Ministerio de Agricultura.

El acuerdo sellado pretende enterrar definitivamente viejas rencillas entre Madrid y Oslo precisamente por cuestiones pesqueras y, sobre todo, por diferencias en la interpretación de las leyes internacionales, en concreto del Tratado de París por el que se rige la pesca en las Svalvard. Una crisis que tuvo su punto álgido a mediados del decenio pasado, con alrededor de una decena de apresamientos de buques bacaladeros que operaban en el Ártico (en el año 2006 Noruega llegó a arrestar en un mismo mes a tres de los cuatro bacaladeros de una misma empresa, los Arosa).

Las cosas están ahora mucho más calmadas y eso propicia el acercamiento en materia de vigilancia y control que, además, permitirá a Oslo y a Madrid ir de la mano en la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca IUU) en el área en el que comparten caladero.

Nueve bacaladeros españoles disponen de cuota para pescar en las islas Svalbard y pueden también capturar en aguas exclusivas de Noruega el denominado bacalao de cohesión, que se repartió entre Portugal, España, Irlanda y Grecia a cambio de facilitar la entrada de productos noruegos sin aranceles en el mercado europeo.

Tratado de París

Precisamente las Svalbard y el acceso a esas aguas de los buques españoles ocuparon parte de las conversaciones que ayer mantuvieron las autoridades pesqueras españolas y noruegas. Las aguas del archipiélago están bajo soberanía noruega, que tiene capacidad de dictar normas de gestión y de conservación, tales como cuotas, tallas mínimas y planes de recuperación, pero en las que pueden pescar los países firmantes del Tratado de París. Texto este cuya dispar interpretación ha estado detrás de los conflictos entre Madrid y Oslo, puesto que España considera que Noruega no puede apresar ni sancionar a sus barcos, mientras que los nórdicos interpretan lo contrario.

Be Sociable, Share!