- ¿Qué balance hace de su mando?
– Positivo. Durante los cuatro meses de mando hemos escoltado un gran número de buques del programa mundial de alimentos, que facilitan ayuda humanitaria a la población de Somalia; hemos colaborado con el fortalecimiento de la seguridad de la actividad pesquera y de las flotas en la zona del cuerno de África, siendo éste uno de los puntos de mayor tráfico marítimo, por donde navegan cada año 23.000 buques; hemos neutralizado una importante cantidad de embarcaciones piratas y todo esto con un número reducido de unidades a mi disposición en comparación con otras rotaciones de la operación Atalanta.
«Los éxitos no son completos si no se actúa en tierra»
–Los piratas están sintiendo nuestra presión, nos estamos adelantando a sus tácticas y procedimientos, cada vez hay más acciones, los conocemos mejor y tratamos de ganarles la iniciativa y creo que lo estamos consiguiendo. Si comparamos mi periodo de mando con el mismo del año anterior, hemos pasado de 59 ataques a 21, el número de secuestros se ha reducido de
–¿Ese éxito se debe a que les tienen cogida la medida a los piratas o a que éstos se están debilitando?
–Una cosa va ligada a la otra. Las numerosas actuaciones sobre los piratas son fruto de una actitud proactiva de las fuerzas que operan en la zona, que hace que cada vez conozcamos más los procedimientos que emplean los piratas. A pesar de que los piratas estén sintiendo nuestra presión y tengan más dificultades, no debemos olvidar que son peligrosos delincuentes que siempre buscan nuevas formas de obtener dinero de forma ilícita, por lo que por muy debilitados que estén, su capacidad de regeneración es grande y siguen siendo una amenaza real.
–De cara al español de a pie. ¿En qué le beneficia esta operación?
–España ha apostado por la lucha contra la piratería por distintas causas: en primer lugar, el número de pesqueros españoles que hay en la zona faenando está más protegido; en segundo término, el interés estratégico que supone el tráfico mercante mundial, un porcentaje muy alto del comercio marítimo de
–¿Están los piratas a la desesperada?
–Son delincuentes y tratan de obtener dinero de la forma más fácil posible. Se regeneran y van cambiando de tácticas. Lo que pretendemos es ir por delante de ellos.
–Hay menos secuestros y ataques, pero aún siguen produciéndose. ¿Hay algún viso de que el contador se pueda quedar a cero?
–Es complejo. Su solución debe tratarse desde una perspectiva global, con acciones desde el ámbito diplomático, político, legal y militar . Las fuerzas navales combatimos en la mar los síntomas de la piratería, pero los éxitos no son completos si no se actúa en tierra, que es donde se produce la raíz del problema. En este sentido se necesita una eficiente coordinación judicial, así como investigaciones para acabar con sus instigadores y vías de financiación. La comunidad internacional debe continuar con sus esfuerzos para mejorar la seguridad y la capacidad de gobierno en Somalia y reducir la impunidad de los piratas en tierra.
–Eso supondría tener una misión permanente en tierra…
–
–
–Esta medida está en línea con la idea de
–La introducción de vigilantes privados, ¿ha tenido un efecto tan contundente?
–Es una de las medidas que más ha contribuido a la disminución de los ataques de los piratas. Hasta la fecha, ningún buque dotado con seguridad privada ha sido secuestrado, lo que da buena muestra de su eficacia. Cuando un buque es atacado y el ataque es repelido se genera una señal de alarma que activa a las Fuerzas de Seguridad para capturar a los piratas. Muchos del los éxitos de neutralizaciones han sido después de una alarma de este tipo.
– ¿Mejoraría si fueran infantes de Marina?
–Creo que la utilización de equipos de seguridad privada, bien adiestrados y con medios adecuados, es acertada. No considero necesario que embarquen equipos de Infantería de Marina.
Un Buque de acción Marítima para Somalia
En los próximos meses, las costas de Somalia y el tránsito de buques por el Golfo de Adén serán vigilados por un Buque de Acción Marítima (BAM), la última «joya» de
En primera persona
El capitán de navío Jorge Manso, que ingresó en