Acciona y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales sellan una serie de patentes tecnológicas para limitar los efectos medioambientales de la energía eólica marina
Comienza el diseño de la política industrial eólica marina
CINCO DIAS. S. A. – Madrid – 24/06/2010.- Hemos pasado de un uso del mar estrictamente alimentario a considerarlo una fuente de energía y a englobarlo dentro de una perspectiva biotecnológica". Esta reflexión de la consejera técnica de la Secretaría del Mar, Carmen Paz Martí, aclara el futuro que la industria y la política empiezan a perfilar para el océano. Martí participó este mes, junto a científicos de todo el mundo, en el primer congreso que intenta dar luz sobre los impactos medioambientales del desarrollo de la energía eólica marina, celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de Madrid.
La obtención de energía en aguas profundas estará en el centro de esta nueva perspectiva, que quiere hacer del mar un proveedor de servicios, desde la acuicultura, hasta el desarrollo de la ingeniería oceánica.
El ejemplo de Reino Unido, líder mundial de la energía eólica marina, y cuando la apuesta política por este sector en España empieza a perfilarse, aunque sea de forma ambigua, ha empujado a las empresas energéticas a moverse en esta dirección. Es el caso de Acciona. La compañía arrancó en 2007 el proyecto Eolia, en colaboración con la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales, bajo el paraguas del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI). El objetivo es desarrollar tecnología española que desemboque, a finales de este año, en la firma de diversas patentes para limitar los impactos medioambientales y socioeconómicos de la eólica marina a más de 40 metros de profundidad.
"Sin la eólica marina no se podrá llegar al 20% de renovables en 2020, pero la clave es la sostenibilidad", aseguró durante el congreso Cibrán Cambra, responsable del proyecto Eolia de Acciona. Además, por primera vez y sin que sirva de precedente, la industria tiene de aliado al sector ecologista. La organización no gubernamental Oceana, dedicada a la protección del medio marino, está a favor de la eólica marina aunque "tenga impactos medioambientales, porque el efecto del cambio climático será mucho mayor", explicó Xavier Pastor, director ejecutivo de esta ONG en Europa.
Otra ventaja de la eólica marina es que las turbinas pueden actuar como arrecifes artificiales y "disuadir la pesca ilegal", según Pastor. La pesca artesanal no se verá afectada por la instalación de los pilotes de las turbinas, ya que no se realiza en aguas profundas. Sin embargo, "las turbinas podrían alterar el hábitat de las especies, bien reduciendo la presencia de algunas o albergando a otras", advirtió Dan Wilhelmsson, de la Universidad de Estocolmo.
Por el momento, sólo se han realizado estudios del impacto de estos arrecifes artificiales en zonas tropicales. Sí parece seguro que el material de las turbinas influye en el tipo de peces que acuden hacia ellas, de ahí que su implantación "pudiera servir para crear nuevas especies comerciales", según Wilhelmsson. Por ello, este experto recomienda hacer agujeros en el hormigón que sujeta los pilotes de las turbinas para atraer a las especies. Este experimento ya se ha realizado en Suecia, y las colonias de cangrejos se quintuplicaron.
El ruido debería ser otro elemento a tener en cuenta en la construcción de parques eólicos marinos en alta mar. Pese a que el océano no es el mundo del silencio que describió el investigador francés Jacques Cousteau en una película homónima, los golpes para la instalación de las turbinas "podrían interferir en la comunicación entre animales en distancias largas, así como su búsqueda de presas para alimentarse", explicó Andrew Gill, investigador en la Universidad de Cranfield.
Las cifras
30 años de media es la vida de un molino eólico en alta mar. En España aún no existen parques de este tipo. Reino Unido es líder mundial de esta tecnología.
80 kilómetros es la distancia máxima a la que un mamífero marino puede oír un sonido bajo el agua, ya que este medio cuadruplica la velocidad del sonido.
Molinos sí, pero lejos de mi vista
Entre los motivos de controversia que genera la energía eólica el más visible literalmente es el aerogenerador. Más allá de los beneficios que pueda tener la energía del viento, nadie quiere los molinos cerca.
En el mar, la polémica se traslada a quienes viven de la playa en verano. Los hoteleros y hosteleros han reclamado que los molinos no se vean desde la costa porque ahuyentarán a sus clientes. Esta es una de las razones que empujan a la industria a plantearse el desarrollo de turbinas flotantes, sin amarre al fondo marino. Pero la tecnología que demanda encarece el producto.
Un estudio danés sobre la percepción social de la eólica marina recomienda hacer pedagogía con los ciudadanos y explicarles los beneficios de esta energía…, aunque se vea.