LaVoz Cádiz.- Los comités de empresa reclaman a Navantia que aborde con urgencia el plan para rejuvenecer la plantilla antes de que lleguen las corbetas saudíes

La firma del contrato naval entre España y Arabia Saudí para la construcción de cinco corbetas en los astilleros gaditanos marca un antes y un después en la empresa pública Navantia, encargada de sacar adelante la obra. La visita del rey Felipe VI el pasado fin de semana a Riad ha servido, entre otras cosas, para reafirmar el acuerdo y abrir la puerta a nuevos proyectos. El propio presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, reconocía en un foro empresarial celebrado en la Cámara de Comercio de Riad este mismo lunes que la visita del monarca español había sido «clave» para cerrar definitivamente el contrato. Ahora toca limar algunos flecos y poner fecha para iniciar los trabajos.

El contrato de Arabia, por valor de 2.000 millones de euros, es el más importante de los que ha firmado Navantia en sus diez años de historia y aporta una inyección económica a las arcas de la compañía que garantizan tanto su futuro como la carga de trabajo a las plantas de Cádiz y Ferrol. La inversión supera, hasta ahora, a los contratos en firme suscritos con Noruega, Australia y Venezuela

Sin embargo, Navantia tiene a partir de ahora un problema de fondo que debe resolver con celeridad a corto plazo para cumplir a tiempo con los compromisos de obra que ha contraído. Se trata del rejuvenecimiento de su plantilla. El comité intercentros de la empresa, donde están representados los comités de las distintas factorías, llevan meses reclamando una reunión con el presidente de Navantia para abordar un tema espinoso y de especial calado. La plantilla de los astilleros públicos se ha hecho muy mayor y necesita sabia nueva.

La compañía no ha movido ficha al respecto durante los cinco años de inactividad que han vivido las plantas a raíz de la crisis económica internacional y la ausencia de contratos, pero la situación ha cambiado. En los dos últimos años la empresa ha mejorado sustancialmente su cartera de pedidos.

Así, en 2014 el Gobierno español autorizó la obra de dos BAM para nuestra Armada. Uno se construye en Galicia y el otro en San Fernando. Ese mismo año alcanzó un acuerdo con Iberdrola para entrar en el negocio offshore y participar como proveedor del parque eólico-marino Wikinger que promueve la eléctrica española en aguas alemanas. En 2015 Navantia firmó un contrato con el grupo vasco Ibaizábal para la construcción en Puerto Real de cuatro petroleros, con opción a dos más. El viento favorable siguió en 2016 con la adjudicación por parte del gobierno de Australia de la obra de dos Barcos de Aprovisionamiento en Combate (BAC) y un segundo contrato por parte de Iberdrola para un nuevo parque eólico.

Asignatura pendiente

Navantia ha remontado el vuelo pero, según advierten las centrales sindicales, debe actuar con urgencia sobre su plantilla, ya que la edad de jubilación de un amplio contingente de trabajadores se echa encima. El pico de mayor trabajo de los petroleros y el inicio de la actividad de las corbetas saudíes coincidirá, según los propios sindicatos consultados por LA VOZ, con la jubilación de, al menos, medio millar de trabajadores de las plantas de la Bahía.

Este periódico se hizo eco en su momento del informe elaborado por las centrales sindicales sobre la edad de la plantilla de Navantia. Casi la mitad del contingente ha superado el ecuador laboral y muchos de ellos ya orientan su futuro más inmediato hacia la soñada jubilación. De hecho, buena parte de la plantilla estará en edad de abandonar el tajo justo cuando los astilleros recuperen la carga de trabajo perdida.

Esta es, desde luego, una de las asignaturas pendientes que tendrá que resolver en breve la dirección de Navantia para garantizar sin problemas los plazos de entrega de los contratos.

Las tres plantas de la Bahía sumaban en 2015 un total de 1.753 empleados, de los que el 48% eran operarios, un 28% formaban parte del personal administrativo y de gestión y el 24% restante correspondía al cuerpo de ingenieros y técnicos.

El contingente más numeroso de la plantilla se concentraba en la planta de Puerto Real, con el 53%, seguido de la factoría de San Fernando, con el 18%, y un 14% en la unidad de Reparaciones del astillero de Cádiz. El 15% restante formaba parte de los servicios compartidos. En cuanto a edad, el 43% de la plantilla del astillero de Puerto Real, 263 trabajadores, se encontraba en esa fecha, en el umbral de los 60 años, mientras que 17% de la plantilla de la planta de San Fernando, 193 empleados, iba camino del retiro. En Cádiz, la situación de prejubilación afectaba entonces al 37% de su plantilla.

Los portavoces sindicales llevan varios años lanzando mensajes de alerta sobre el peso de los años entre la mano de obra, sin embargo, la empresa optó por aguantar el chaparrón de la inactividad sin tomar medidas para rejuvenecer la edad media de sus trabajadores. Las pérdidas estructurales de Navantia han impedido acciones directas en este sentido.

Fuente: LaVoz Cádiz
http://www.lavozdigital.es/cadiz/provincia/lvdi-reactivacion-astilleros-coincide-jubilacion-medio-millar-empleados-201701172033_noticia.html

 

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