Tras el avance de una grieta que ha crecido 18 km en la segunda mitad de diciembre, sólo 20 km mantienen unido el futuro iceberg, de unos 5.000 km2, del continente hielo. Cuando se desprenda se perderá más del 10% del área, cambiando por completo el paisaje de la Antártida.
Larsen C tiene 350 m de espesor. La grieta del bloque es de unos 100 m de ancho y se estima que de unos 500 m de profundidad. La pérdida del bloque dejará al resto de la plataforma de la Antártida vulnerable a rupturas futuras.
Los investigadores señalan que se trata de un evento geográfico y no climático, tratándose de una grieta que ha estado varias décadas y ahora se ha empezado a extender.
Se espera que sea uno de los 10 mayores icebergs registrados. Los científicos están preocupados respecto a cómo impactará esta ruptura al resto de la plataforma, dado que el bloque contiguo, Larsen B, se desintegró espectacularmente en 2002 tras una grieta similar.
Al flotar sobre el mar, el iceberg no elevaría el nivel de las aguas, pero si la plataforma se rompe aún más podría dar lugar a glaciares hundidos en el fondo marino que sí que tendría un impacto aumentando el nivel de las aguas globales hasta 10 cm. Pero de momento hay pocas certezas de lo que pueda pasar.
Fuente: Revista Ingeniería Naval