El pasado noviembre, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales acogió la II Jornada sobre el estado actual y perspectivas de las energías renovables marinas en España. Dicho encuentro, organizado por APPA, la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales, la Universidad Politécnica de Madrid y la Plataforma Tecnológica Marítima Española reunión a un destacado número de profesionales dedicados al trabajo y estudio de la energía renovable marina, que expusieron los últimos avances y técnicas empleadas para sacar el máximo beneficio de la misma, perfilándose como una de las energías del futuro.
A lo largo las diferentes intervenciones se destacó la más que favorable posición geo-estratégica de España, así como el potencial del tejido empresarial español para el desarrollo de una energía competitiva, eficiente y respetuosa con el medio ambiente. No obstante, a pesar de contar con aspectos muy positivos para su implantación, España es uno de los países en los que esta tecnología no llega a materializarse de forma significativa. Por este motivo, en la jornada se puso de manifiesto la necesidad de concienciar sobre la importancia de su instalación para mejorar la competitividad, la calidad y el nivel de vida de la sociedad, así como el entorno medioambiental.
Entre los participantes en dicho encuentro estuvo Federico Esteve Jaquotot, presidente de honor del Clúster Marítimo Español, que ofreció unas palabras durante la inauguración del mismo, y moderó la mesa “Retos empresariales de las renovables marinas en España”. En esta mesa intervinieron Antonio Javier Cordero, de Navantia; Luis Conesa, de Bureau Veritas, Luis San Segundo, de Degima; Pedro Mayorga, de Enerocean; y Javier González, de Plocan. Durante la charla, se debatieron las trabas encontradas para el desarrollo de la energía eólica marina, así como la necesidad de crear focos de estudio y análisis del mercado eólico marino.
Así, Pedro Mayorga, presidente y director técnico en Enerocean, incidió en que el principal problema es que no se encuentran respuestas lógicas y en tiempo para empezar a tomar medidas y acometer proyectos en lo que a energía eólica se refiere. “Es momento de que España apueste por unos parques experimentales con tecnología flotante que permitan desarrollar conocimientos y liderar. Y, de esta forma, cuando se acabe el posible potencial del Mar del Norte, estemos más preparados para acoger esa oferta”.
Por su parte, Luis San Segundo, director administrativo y financiero en Degima, hizo hincapié en el fundamental apoyo de las instituciones para apostar por un mercado de futuro, generador de nuevos proyectos y oportunidades.
“Somos conscientes de que España no tiene plataforma continental, con lo cual la eólica es difícil que prolifere, pero no podemos abandonar estas tecnologías, porque es posible que el mercado prospere y hay que estar preparados”.
Para Antonio Javier Cordero, director de control operativo industrial en Navantia, la eólica marina es un segmento con gran potencial futuro, que encaja dentro de su estrategia de diversificación.
“El tamaño empresarial para acometer estos proyectos es fundamental, ya que se requieren altas inversiones. Hay que dar a conocer a las administraciones las ventajas de este tipo de energía, que derivará en la generación de un entorno favorable”.
A continuación, Luis Conesa, responsable del sector de generación de energía en Bureau Veritas, señaló que: “uno de los retos que nosotros vemos en los proyectos que analizamos es aprender de cómo la cadena de suministro se desarrolla en energías que han nacido en tierra, y tratar de llevar todo ese aprendizaje al mar”.
Para finalizar, Javier González, gestor del integral del espacio marino en el ámbito de los ensayos de prototipos para el aprovechamiento de energías marinas en Plocan, puntualizó la importancia del proporcionar un impulso en el ámbito tecnológico, dando apoyo a las empresas para llevar a cabo proyectos viables y competitivos.
A raíz de este debate, se ensalzó la labor realizada por el Clúster Marítimo Español como integrador de diversas entidades del sector, a través de la creación de un Grupo de Trabajo específico de energías eólicas marinas, que trata de profundizar y analizar la repercusión de dicha fuente energética, así como de apoyar al sector marítimo español en su desarrollo y colaboración con las empresas europeas que trabajan en ello.