La ampliación del casco resistente es una consecuencia del resideño del submarino que, de esta forma, pasa a tener una mayor eslora y una mayor capacidad de desplazamiento, sin que haya perdido las capacidades que le convertirán en un submarino convencional de la siguiente generación: planta AIP, capacidad de ataque a tierra, integración de sistemas y una elevada automatización.
El programa de diseño y construcción del submarino S-80 es el proyecto de ingeniería más complejo que se está acometiendo a nivel nacional. Por tanto, las dificultades técnicas que han ido apareciendo a lo largo del programa son normales en el desarrollo y ejecución de un proyecto que requiere soluciones tecnológicas inéditas. Un proyecto de estas características exige situarse en la frontera de numerosas tecnologías, lo que supone asumir riesgos.
Fruto de los trabajos de rediseño del submarino han sido hitos como la aprobación de la PDR (Preliminary Design Review) o la IPR, en septiembre del año pasado. Está previsto que a lo largo de este año tenga lugar la CDR (Critical Design Review).
Los problemas que han ido surgiendo en el desarrollo del programa han sido abordados mediante una reestructuración completa del programa, el rediseño del submarino y una transformación a fondo del Astillero de Navantia en Cartagena (incluyendo la consecución de la exigente certificación en la norma aeronáutica y aeroespacial EN9100), lo que le permitirá competir en el futuro en el mercado exterior.
En este momento existen evidencias técnicas que permitirán cerrar un diseño final del submarino para lo que se requiere continuar las actividades de I+D+i en curso. Esta situación ha llevado a la decisión de focalizar los esfuerzos técnicos y económicos en el año en curso en aquellas actividades críticas y con influencia directa en el diseño final del submarino. Actividades como las tareas de ingeniería y construcción del primer submarino de la serie (conocido como S-81 Plus), así como las de capacitación del astillero hasta alcanzar el hito de la CDR y su diseño final.
Así pues, por orden de la Secretaría de Estado de Defensa, sólo se trabajará en el S81 Plus, y se pospondrán las tareas que se venían realizando en el S82, S83 y S84 hasta tener el diseño final del submarino plenamente certificado por todas las partes que trabajan en el mismo.
La posibilidad de disponer de un diseño nacional en la construcción de submarinos supone la independencia tecnológica en un aspecto de la defensa nacional esencial. Además, el éxito del programa tiene varias vertientes: por un lado, la defensa nacional, por cuanto está en juego la supervivencia del arma submarina; por otro, la imagen tecnológica española; en tercer lugar, el peso industrial y tecnológico que Navantia-Cartagena tiene para toda la Región de Murcia.