Se trata de una obra colectiva en la que han participado 84 expertos procedentes de todas las Comunidades Autónomas costeras, miembros de las instituciones científicas y administraciones que durante los últimos 40 años han estado implicados en el estudio, gestión y protección de estos valiosos hábitats marinos. El Atlas ha sido promovido y coordinado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el Instituto de Ecología Litoral (IEL), contribuyendo a su financiación la Fundación Biodiversidad y Fundación MAVA.
El acto de presentación del Atlas, ha estado presidido por la responsable de la División para la Protección del Mar del MAGRAMA, Ainhoa Pérez; la directora de la Fundación Biodiversidad, Sonia Castañeda; el director del Centro de Cooperación para el Mediterráneo de la UICN, Antonio Troya; el presidente de la Diputación de Alicante y presidente del Instituto de Ecología Litoral, César Sánchez Pérez; y el director del Instituto Español de Oceanografía, Eduardo Balguerías Guerra.
Ainhoa Pérez destacó la importancia del Atlas para el MAGRAMA, porque la información que aporta le permitirá realizar una gestión más acertada de los muchos espacios marinos en que tiene responsabilidades.
Además, el acto ha contado con la presencia del Dr. Cornelis den Hartog, profesor retirado de la Universidad de Radboud de Holanda y una autoridad internacional en la materia, quién ha impartido una charla sobre la importancia de estas plantas marinas.
Para terminar, los editores del atlas, Juan Manuel Ruiz Fernández, investigador del Instituto Español de Oceanografía; María del Mar Otero, técnico del Programa Marino del Centro de cooperación para el Mediterráneo de la UICN; y Juan Eduardo Guillén Nieto, investigador del Instituto de Ecología Litoral; presentaron la obra.
“Los bosques españoles no terminan en la costa, sino que continúan bajo el mar hasta casi 40 metros de profundidad”, explicó Juan Manuel Ruiz. “La acción del hombre ha reducido la extensión de estos bosques marinos poniendo en grave riesgo el ecosistema marino y los recursos que nos aporta”, denunció el científico.
“Las praderas marinas forman importantes ecosistemas costeros y son buenos indicadores de la salud de nuestras playas”, comentó Antonio Troya, director del Centro de Cooperación del Mediterráneo de UICN. “Este Atlas será una herramienta fundamental para ayudar a la planificación espacial marina que permita preservar estos hábitats esenciales para la costa española”, añadió Troya.
Las angiospermas (o fanerógamas) marinas son plantas adaptadas a vivir completamente sumergidas en el mar, que ocupan grandes extensiones de nuestros fondos marinos, las llamadas “praderas marinas”. Constituyen hábitats de conservación prioritaria recogidos en las normativas medioambientales nacionales y europeas, cuya preservación es fundamental para el funcionamiento de nuestros ecosistemas marinos y la enorme biodiversidad que albergan. De la existencia de estas praderas marinas frente a nuestras costas dependen muchos de los aspectos clave que determinan la importancia y valores de la costa española: la calidad de las aguas para el turismo y la acuicultura, la existencia de las playas, la pesca, el buceo, etc. Tienen, por tanto, un enorme valor socioeconómico y cultural, además de su excepcional valor ecológico.
El Atlas de las praderas marinas de España recoge toda la información útil disponible sobre el área de distribución de las cinco especies de angiospermas marinas que tenemos en España: Posidonia oceanica, Cymodocea nodosa, Zostera noltii, Zostera marina y Halophila decipiens. De acuerdo con la información recopilada, existen en España un total de 1.618,69 km2 de superficie de fondos marinos ocupados por estas praderas. Las praderas de Posidonia oceánica, endémicas del Mediterráneo, son las más abundantes y se las conoce como “Algares”.
El Atlas pretende convertirse en una herramienta útil para facilitar el trabajo y esfuerzos de científicos, técnicos, administraciones y ONGs en la gestión y conservación de las praderas marinas. El trabajo realizado ha permitido identificar los problemas y amenazas de las praderas marinas de nuestras costas y, en consecuencia, determinar las acciones y políticas necesarias para su preservación futura.