EL COMERCIO. La fecha de la primera escala depende de la agilidad de gestiones burocráticas, pero es posible que se produzca este mismo mes. La naviera prepara los certificados y cambio de bandera del buque comprado para iniciar el servicio.

Si hace pocos meses parecía irrecuperable la autopista del mar entre El Musel y Saint Nazaire, ahora sería una auténtica sorpresa que el proyecto de Transportes Riva se frustrara. El naviero de origen asturiano ha dado un impulso definitivo a la reanudación del servicio con la adquisición de un barco que, aun con los gastos financieros derivados de la compra, permitirá explotar la línea en condiciones favorables para hacerla rentable. Un barco propio facilita el acceso a ayudas, conforme a lo argumentado anteayer por el presidente de El Musel, Laureano Lourido, y proporciona un plus de fiabilidad a los usuarios sobre la consolidación del servicio.

Con las gestiones de comercialización iniciadas hace tiempo, la declaración de interés por parte de los gobiernos de España y Francia, las facilidades comprometidas por los puertos de Gijón y Nantes, y el barco pendiente sólo de trámites administrativos, la ejecución de los mismos será determinante para establecer la fecha de la primer escala.

Hace un par de semanas, EL COMERCIO publicó que Transportes Riva se interesaba por un barco muy similar en cuanto a posibilidades de carga al que protagonizó los estudios de viabilidad que presentó a Puertos del Estado, es decir, una capacidad próxima a 90 camiones y cien plazas en camarote para los conductores.

Se señalaba, además, que el barco referido dispone de 180 butacas que abren una puerta interesante para el turismo y el transporte de pasajeros, especialmente de excursiones mixtas autobús-barco.

Algo que no ha cambiado durante los meses de gestación del proyecto de Riva es el prioritario interés por la carga acompañada, es decir, por crear una autopista del mar real y no una línea ro-ro convencional, sin perjuicio de que pueda optar también a carga no acompañada.

En ese contexto, la complementariedad de las líneas de Gijón y Vigo será puesta en entredicho, previsiblemente, por la realidad. La base de funcionamiento de ambas líneas es, evidentemente, distinta (los coches de Citroën en el caso gallego y los camiones que no pueden tardar más de 24 horas en la travesía en el caso gijonés), pero hay espacios comunes que tienen en los Renault fabricados en Valladolid y la pizarra que se exporta desde el Bierzo sus más claros exponentes.

La experiencia acumulada durante los cuatro años que funcionó la línea con gestión de LDLines sirven desde el principio, en el caso de Transportes Riva, para programar en los días más oportunos las escalas en cada puerto. La salida de Gijón los domingos fue la más exitosa en la anterior etapa y es sabido, también, que el flujo de Sur a Norte logró mayor ocupación que el inverso, a pesar de que LDLines tiene sede en Francia.

Los cálculos realizados por Transportes Riva al estudiar la viabilidad de la autopista del mar de Gijón señalaban que el precio del pasaje de camión más conductor se situará en torno a los 540 euros, cerca de un 10% más que cuando la línea tenía subvención.

 

http://www.elcomercio.es/gijon/201602/05/riva-tiene-barco-para-20160205003104-v.html

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