Aguantar tres meses de amarre -tres millones de pérdidas, calculan- es tremendamente difícil para economías de empresas familiares como las del cerco gallego. Lo han intentado, y podrían seguir, pero han decidido levantar el campamento que hace casi 90 días instalaron frente a San Caetano para reclamar un cambio en los criterios de reparto de cuotas por barco y regresar al mar porque el horizonte no está nada claro. El Gobierno se ha aferrado a su interinidad para eludir revisar la distribución de cuotas individuales, y no parece que vaya a haber un nuevo Ejecutivo en un plazo razonable que permita calcular hasta cuándo se pueden hacer esos malabarismos económicos. Así que se aferran a lo que ya han conseguido, «que é moito», sostiene Andrés García, portavoz de Acerga, y el domingo desmontarán las tiendas frente a la Xunta, no sin boato y ceremonia, para el lunes salir a faenar. Ahora bien, eso no quiere decir que claudican. «A nosa reivindicación por un reparto xusto sigue en pé», explica García. Así lo seguirán reclamando por vía judicial y en todas las reuniones oficiales que mantengan. «Os ánimos aínda están altos», y prueba de ello es que la votación en la asamblea fue de lo más apretada. Si una mayoría importante apoyó la vuelta al mar, no fue nada holgada la que se mostró partidaria de retirar las tiendas de la vista de las autoridades autonómicas. Vuelven «porque temos que gañarnos a vida» y no es cuestión de que «para vencer unha guerra destruamos a flota», apunta Acerga.
Logros
Les consuela que se haya admitido que «hai un problema», como lo demuestra la propuesta realizada por la Consellería do Mar, «un mal parche que non nos queda outra que aceptar», pero que garantiza un mínimo de capturas para barcos que tenían una cuota ridícula. Y también que se les haya condonado la sobrepesca que realizaron el año pasado, de unas 400 toneladas. No hay que olvidar que el ejercicio anterior se les multó a pesar de que en el cómputo global sobró cuota.
Por otro lado, la directiva de Acerga se reunió ayer con los diputados de En Marea, David Bruzos y Yolanda Díaz, además de con el diputado de AGE en el Parlamento de Galicia, Juan Fajardo, a los que expusieron sus reivindicaciones y los malabarismos que van a tener que hacer con la cuota. Los políticos se comprometieron a presentar iniciativas en Madrid para resolver su problema.