A primera hora de la mañana de hoy, el buque Ángeles Alvariño, del Instituto Español Oceanográfico (IEO), zarpa del puerto de Santa Cruz de Tenerife con 15 científicos a bordo que pondrán rumbo al Volcán de Enmedio ( situado entre Tenerife y Gran Canaria), primero, y al volcán de El Hierro, luego. Durante dos semanas, expertos en geología, química y biología estudiarán el ecosistema en el entorno de ambas formaciones submarinas de origen volcánico. En el caso del Volcán de Enmedio, los científicos estudiarán su entorno por primera vez, después de que en 1998 se realizara la primera cartografía del mismo, mientras que en el caso herreño, los expertos acuden de nuevo para estudiar la evolución de las emisiones de gases y cómo se va regenerando la zona tras el proceso volcánico iniciado en julio de 2011 y las erupciones que comenzaron en octubre de ese mismo año.
Para ello, expertos del IEO, de la Universidad de La Laguna (ULL) y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Ulpgc) contarán con diferentes aparatos y utilizarán diversas técnicas para tomar muestras de rocas de ambos volcanes, del agua y del plancton a distintas profundidades y medirán con sondas acústicas la composición de las columnas de agua que están por encima de dichas formaciones para conocer las corrientes que las atraviesan o si existen emanaciones de gases.
Objetivos
Juan Tomás Vázquez Garrido (científico titular del IEO de Málaga) es el director de esta expedición con la que comienza la primera campaña multidisciplinar del nuevo proyecto Vulcana (Vulcanología Canaria Submarina) y explica que los científicos a bordo del Ángeles Alvariño tendrán dos objetivos básicos en esta expedición que concluirá el próximo día 17: “Vamos a ir por primera vez al Volcán de Enmedio –aunque originalmente los científicos alemanes que lo descubrieron en los años 80 del siglo pasado lo bautizaron como Hijo de Tenerife– para conocer los materiales que lo forman, su morfología, y tener una primera idea sobre la posible existencia de emisiones de gases asociadas con este volcán. Luego, pondremos rumbo al Volcán de El Hierro para seguir obteniendo datos de su ecosistema porque nos interesa mucho tener una secuencia histórica anual de cómo varían los parámetros físicos y químicos del agua que están interviniendo en la recuperación del entorno, se tomarán muestras de plancton y de otros organismos”.
El siguiente paso es analizar todas las muestras y datos recogidos en la campaña para observar su evolución, de la que Vázquez Garrido señala que la recuperación de la zona está siendo muy rápida.
Como ejemplo de esa regeneración, el científico muestra dos rocas basálticas recogidas del entorno del volcán herreño con una draga desde este mismo buque. Señala que son rocas surgidas tras las erupciones de 2011 y en ellas se observan cómo ya se han adherido “numerosas formas de vida, entre ellas, una especie de moluscos, unas ostras, que han despertado el interés de los biólogos marinos pues no son muy comunes en esa zona, pero son de las primeras especies que han conquistado el lugar”.
Movimientos
El geólogo comenta que en los últimos meses se ha apreciado un ligero aumento de terremotos que se están registrando muy cerca de Tenerife y lo que se va a comprobar es si éstos tienen relación con actividad asociada al Volcán de Enmedio, “lo que no quiere decir que esté saliendo lava del volcán, pero sí que se está moviendo en el interior”, indica.
Destaca que este volcán está a gran profundidad, a diferencia del de El Hierro, por lo que en el caso de que se esté produciendo una erupción, la salida de la lava es mucho más “difusa” a diferencia de lo explosivas que fueron en La Restinga. Ello se debe a que la cúspide del Volcán de Enmedio se encuentra a 2.700 metros de profundidad y la presión que ejerce el agua sobre esta formación es mucho mayor que la que se produce a tan solo 88 metros, como es el caso herreño.
Los científicos cuentan con la roseta, un aparato fundamental para estudiar los parámetros físicos como químicos del agua como la turbidez, la temperatura, gases, dirección y fuerza de las corrientes. Es un dispositivo formado por unas 50 botellas de 10 litros de capacidad con doble entrada al que se le han añadido diferentes sensores.
La roseta se controla desde un “laboratorio en seco” en el que hay diversos aparatos y monitores para dirigir las acciones del dispositivo, como el cierre de las botellas, cuando se encuentra sumergido.
Las geólogas Desiré Palomino (IEO de Málaga) y Olvido Tello (IEO Madrid) se encargarán en esta campaña de la recogida de los datos con la sonda acústica. Explican que la sonda que está instalada en el Ángeles Alvariño tiene una alta resolución, con 400 ases de ecosonido, mientras que la que tomó la primera cartografía del Volcán de Enmedio en 1998 tenía solo 80 ases.
Explican que los geólogos en esta expedición se traba por turnos y los geólogos lo harán por la noche, mientras que el día se deja para que tomen el relevo los químicos y los biólogos. “Combinando la batimetría, lo que ocurre en el agua y lo que ocurre en el fondo marino, podemos controlar los procesos geológicos que se producen”, señala Vázquez Garrido.
Según avanzó ayer el geólogo, tras tomar muestras de ambos volcanes y en el caso de que cuenten con tiempo antes de su regreso programado a Tenerife el próximo día 17, el buque se desplazará hasta las inmediaciones del Faro de Orchilla para comprobar si existe actividad volcánica después de que se hayan registrado terremotos cercanos.
El buque Ángeles Alvariño lleva el nombre de una oceanógrafa española de relevancia mundial y que se vio forzada a desarrollar toda su carrera fuera de España ya que durante la dictadura de Franco no se permitía a las mujeres embarcar en expediciones científicas. Descubrió unas 20 nuevas especies y formó parte de las más prestigiosas sociedades científicas de su campo en Reino Unido y Estados Unidos. Cuando se cumple el décimo aniversario de su fallecimiento, a bordo de este barco trabajan 10 mujeres científicas y cinco hombres.
http://www.laopinion.es/sociedad/2015/05/05/hijos-submarinos-canarias/604569.html
