Las maderas de roble de su estructura ya crujen mecidas por la mar en calma de la costa gijonesa. La ‘Nao Victoria’, réplica de la heroica que en 1519 inició un viaje de tres años para dar la vuelta al mundo por primera vez, se encuentra ya en el espigón de los Carbones, frente a los Jardines de la Reina, donde podrá ser visitada entre las once de la mañana y las siete de la tarde hasta el próximo domingo, día 5.
Es, sin duda, la gran atracción de esta Semana Santa. Aunque no entró en puerto gijonés disparando su artillería como lo hiciera al llegar a Sanlúcar de Barrameda aquel 8 de septiembre de 1522, comandada por Juan Sebastián Elcano y con parte de su tripulación diezmada, lo hizo dejando ver su silueta, primero en el horizonte y, después, casi al alcance de la mano para deleite de los numerosos paseantes que a mediodía de ayer paseaban por las inmediaciones de las playas de San Lorenzo y de Poniente.
La nao se abrirá hoy al público. Hasta entonces, su tripulación se afanó en las tareas de limpieza y preparación para que todo esté listo esta mañana y pueda recibir a bordo a los primeros visitantes. A las once horas empezará el recorrido, pero una hora antes una delegación municipal, encabezada por el concejal Pedro Barbillo, será recibida a bordo. La ‘Nao Victoria’ es, según sus constructores, una réplica lo más parecida posible a la original después de un minucioso estudio histórico que se completó con la búsqueda de los materiales más semejantes a los que se empleaban en el siglo XVI para la construcción de este tipo de barcos. La investigación fue realizada por Ignacio Fernández Vial, junto a Guadalupe Fernández Morente, y se hizo con motivo de la Expo de Sevilla en 1992. Seis carpinteros de ribera y cinco peones trabajaron durante semanas en su construcción con maderas de roble extraídas de los montes ribereños del Miño y empleadas para la estructura principal del barco y con paños para las velas confeccionadas en una factoría que obtuvo un tejido muy similar a las lonas de esparto y cáñamo empleadas en la época.
Dos euros para adultos
La entrada a la ‘Nao Victoria’ costará dos euros para los adultos y un euro para los niños, que solo podrán entrar solos si rebasan los 13 años. Durante su estancia en el muelle gijonés, la tripulación explicará a los visitantes las principales características de un barco que escribió uno de los capítulos más brillantes en la historia de la navegación española.
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