Vieites subrayó que no se trata de un dato menor, ya que de las 733.000 toneladas de conservas de atún que Europa consumió el pasado año, 383.000 proceden de terceros países. España fabrica 235.000 toneladas, cifra que equivale el 67 % del total comunitario y, según Anfaco, tiene capacidad suficiente para aumentar la producción.
De acuerdo con estos datos, Europa podría fabricar 146.600 toneladas más si, como vienen pidiendo, se cerrara el paso al producto que no cumple con los estándares higiénico-sanitarios que se exigen a los países miembros. Por no hablar de la incidencia que tendría en el empleo. Teniendo en cuenta que la producción comunitaria genera 20.140 puestos de trabajo directos, dicen que una simple regla de tres demuestra que podrían crearse otros 8.435, a los que habría que sumar otros 21.000 indirectos.
Entienden los conserveros gallegos que se impone poner freno a una competencia «que tanto daño nos hace», afirma Vieites. Para ello plantean la creación de un observatorio comunitario de la trazabilidad. La vigilancia y control de un organismo como este «permitiría reducir en un 20 % la dependencia de las importaciones de conservas de atún en la UE», afirman.
Los integrantes de Comisión de Pesca del Senado -José Luis Torres Colomer, Elvira Larriba, Miguel Fidalgo, Francisco Boya, José María Cazalis, Enrique López Veiga, Francisco Javier Pagola y Luis Molina- tuvieron también oportunidad de conocer los datos de producción y exportaciones del pasado ejercicio, así como las negociaciones comerciales que Bruselas mantiene con terceros países. Finalmente, los responsables de Anfaco expusieron la necesidad de disponer de una política industrial que dote al sector de un marco legal estable y de largo plazo que aporte seguridad jurídica. En ese contexto, afirman, tiene una gran relevancia la política energética.
Por lo que respecta a la producción anual, ha experimentado un ligero incremento de tres décimas en volumen en relación con el 2013. En concreto, ha pasado de 342.525 toneladas a 343.427. Sin embargo, en valor ha bajado un 2,2 %, de 1.528 a 1.494 millones de euros. La explicación, según Vieites, está en que los conserveros repercutieron en el producto la bajada de precio de la materia prima. Dicha rebaja fue especialmente significativa en especies como almeja, pulpo, berberecho y atún.
Algo parecido ha pasado con las exportaciones. A falta de los datos de diciembre, han incrementado su volumen en un 3,8 % hasta las 143.000 toneladas en relación con los primeros once meses del 2013, en tanto el valor total ha mermado en un 3,12 %, pasando de 652.418 toneladas a 632.050. En este caso, las especies que, en función del valor, experimentaron un mayor descenso fueron almejas y atún, en tanto la subida más notable es la del mejillón (24 %).