Don Juan Carlos ha presidido el acto, que se ha celebrado bajo la gran bandera de España que ondea en los Jardines del Descubrimiento. El padre del Rey ha vestido el uniforme de la Armada. Al llegar a la plaza de Colón y ha sido recibido entre aplausos de la multitud. A continuación, ha descubierto la estatua del marino Blas de Lezo. Este evento multitudinario ha contado con la presencia del almirante jefe de Estado Mayor de la Armada, almirante general Jaime Muñoz-Delgado; con autoridades civiles como la alcaldesa Ana Botella; y con los responsables de la erección de la estatua: la Asociación pro-monumento a Blas de Lezo, que preside Íñigo Paredes.
Cientos de personas han seguido el acto en la plaza de Colón, y periódicamente han coreado: «Viva España unida». Entre los presentes ha habido muchos miembros del gobierno municipal, encabezados por la alcaldesa Ana Botella; el embajador de Colombia y Esperanza Aguirre.
En la hora de los discursos, el presidente de la Asociación pro Monumento a Blas de Lezo, Íñigo Paredes, ha recordado que «no hay patria sin compatriotas a quien admirar». El monumento, ha dicho, lo es «a una nación que se niega a olvidarse de sí misma».
El embajador de Colombia, Fernando Carrillo, ha evidenciado que Blas de Lezo tuvo como «gran mérito el no amedrentarse por la superioridad numérica» y, con su valentía, «cambió la historia de Colombia, de Iberoamérica y de España».
Jaime Muñoz Delgado, almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, ha agradecido que con el acto «comienza a redescubrirse a este marino». Y ha dado las gracias en especial la presencia de Don Juan Carlos, tan vinculado siempre, como su padre el Conde de Barcelona, a la Armada española. El mismo reconocimiento que le ha hecho después al Monarca la alcaldesa Ana Botella, que además ha alabado el monumento a Blas de Lezo como «el último triunfo del marino sobre quienes pretenden dar por caducada una gran nación como es España».
El ingenio y valor del «Mediohombre
El autor del monumento es Salvador Amaya, que se ha documentado a fondo para reproducir con toda exactitud hasta el mínimo detalle de la uniformidad del almirante. Su estatua es realista, y muestra un marino con gesto solemne, serio y un poco melancólico. El monumento se ha erigido por suscripción popular.
La historia de Blas de Lezo, el famoso «Mediohombre» que se quedó cojo, tuerto y sin movilidad en un brazo por efecto de las heridas sufridas en toda una vida dedicada al ejército, se ha hecho popular y hasta famosa en los últimos años, lo que contrasta con el silencio que ha habido sobre su figura durante siglos. Cosas del ingrato carácter español. Este marino, nacido en Pasajes (Guipúzcoa), derrochó ingenio y valor y fue capaz de vencer, con seis navíos y 2.830 hombres, la colosal resistencia del almirante Edward Vernon, con sus 180 navíos y casi 25.000 hombres, tal y como explicó en su blog José María Blanco Núñez, según el diario del marino.
Tan convencidos estaban los ingleses de su victoria, que hasta pusieron en circulación medallas conmemorativas de su inexistente triunfo, con el texto: «El orgullo español humillado por Vernon». Pero fue otro el orgullo herido…
http://www.abc.es/madrid/20141115/abci-publicar-blas-lezo-inauguracion-201411142110.html