«Nuestra prioridad siempre ha sido la identificación de un nuevo modelo de empresa que la haga viable y sería prudente estudiar su integración en un gran proyecto en el que participen las principales potencias europeas del naval militar». Alude a que es un modelo «en el marco de la cooperación internacional ya experimentado con éxito en el sector aerospacial y que ha fortalecido la estabilidad del empleo, la especialización fabril y la investigación».
Por el momento, no obstante, las fuentes consultadas apuntan a que aún no hay un proyecto en firme para la unión del naval comunitario que, de fraguarse, podría integrar también a las factorías galas, italianas y alemanas. Sería un modelo con el que luchar por el creciente papel que están tomando los astilleros asiáticos en la fabricación naval a escala mundial.
Además, es una de las responsabilidades que ha depositado el Gobierno en el Ministerio de Defensa, cuando acordó, el pasado 25 de julio, el traspaso de la gestión de Navantia a este gabinete. En concreto, alude a que será este departamento el que «liderará la acción de gobierno en relación con los procesos de reestructuración y consolidación del sector de la defensa a nivel nacional e internacional». Sin embargo, por el momento, el proyecto se mantiene en el ámbito de las ideas. El secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, descartó a este periódico que haya un proceso abierto con el sector. «En este momento no existe ningún plan de integración europea del sector naval militar que esté siendo evaluado por el ministerio», afirmó. Sin embargo, añadió en este mismo sentido: «Es cierto que desde el Consejo Europeo del pasado mes de diciembre la Comisión trabaja en una hoja de ruta para potenciar y consolidar el sector industrial, pero en el ámbito naval no hay ninguna actuación ni propuesta sobre la mesa». Hacer más fuerte Navantia para que sea «menos vulnerable a la amenaza de ser absorbida por los jugadores extranjeros» es otro de lo objetivos que persigue el departamento de Morenés en esta nueva etapa de los astilleros públicos.
Aguirre apuesta por estudiar la participación de la empresa en un consorcio
