La ausencia de los responsables políticos del segmento de industria, turismo u obras públicas no empaña, en cualquier caso una primera jornada en la que en los pasillos del salón se respiraba negocio y que han convertido a Barcelona y, por extensión a Catalunya y a España en un punto de referencia internacional durante estos tres próximos días.
Al presidente del salón, Chris Hayman, se le ha visto contento por poder estar en la Ciudad Condal celebrando este evento. En su breve intervención ha explicado que la industria de los cruceros tiene todavía mucho camino por recorrer y, es en este punto, donde Europa y el área del Mediterráneo pueden jugar un papel fundamental. En la misma línea también se ha expresado el director general de Seatrade, Andrew Williams, que ha reconocido el esfuerzo realizado hasta el momento.
Pierfrancesco Vago, presidente de la Asociación Internacional de Líneas de Crucero en Europa (CLIA Europe) ha señalado que “existen grandes oportunidades y nichos de negocio en este sector”, con importantes crecimientos porcentuales del número de pasajeros y grandes inversiones en infraestructuras y en nuevos buques. Vago también ha aprovechado su ponencia para agradecer al Gobierno comunitario la facilitación en la mejora y el refuerzo de la agilización de trámites para entrar en Europa a los clientes potenciales.
Sin embargo, también ha avisado que para mantener las tasas de crecimiento debe haber una estabilidad –política y económica- en la región, mencionando, por ejemplo, las zonas del Mar Negro y del Norte del continente africano.
Stavros Hatzakos, presidente de la asociación Medcruise, que representa a más de un centenar de puertos de crucero del área del Mediterráneo, ha dado cifras sobre el crecimiento experimentado en el último lustro, , con poco más de 27 millones de cruceristas en 2013, que, en porcentaje, representan un incremento para el Mediterráneo del 23% sólo en los últimos cinco años.
Tras la conferencia de apertura y previo a la inauguración oficial, se han juntado en una mesa redonda cinco de los grandes ejecutivos de este salón: presidentes o consejeros delegados de navieras como Louis Lines, Carnival, Royal Caribbean, Costa Cruceros o Pullmantur. En una intensa conversación, bajo la moderación del propio Chris Hayman, los cinco han debatido sobre las oportunidades que se abren en el entorno, las nuevas construcciones de grande buques previstas en los próximos años, la mejora de las terminales portuarias y de los servicios en puerto y el auge del turismo proveniente de la zona de Australasia.
La inauguración del acto ha contado con la presencia del presidente del puerto de Barcelona, Sixte Cambra, en cuya intervención ha hecho un generoso repaso a la aportación de Barcelona, desde el año 1992, al negocio de los cruceros en Europa. Sin el puerto de la capital catalana no se entendería el crecimiento experimentado por esta industria en Europa durante los últimos años.
A mediodía también ha intervenido el presidente del Organismo Público Puertos del Estado, José Llorca, al que se le veía también satisfecho de poder representar la marca España en un acontecimiento internacional de estas características. Como catalán, Llorca ha ensalzado el liderazgo del puerto de Barcelona en España y a escala internacional, al tiempo que ha revelado que, el año 2014 cerrará en el conjunto portuario español con un crecimiento previsto (en número de pasajeros de crucero) del 1,1%, con 100.000 pasajeros más que el año pasado, y con 7,7 millones de pasajeros. El presidente del OPPE también ha anunciado que, si las previsiones se mantienen, de cara al próximo año, la expectativa es que los puertos españoles acojan a 7,9 millones de cruceristas, cifra próxima al récord registrado en el año 2011.
Relacionado con los cruceros, pero también en el aspecto portuario en general, Llorca ha anunciado la proximidad de la modificación de las concesiones a empresas privadas en el ámbito portuario, a 50 años (de la que posiblemente tengamos noticias mañana) que, según el máximo responsable de los puertos estatales, generará una inversión adicional (cada año) de entre 150 a 200 millones de euros, incrementado la competitividad y reduciendo los costes logísticos.
Finalmente, al margen de la ausencia de políticos de renombre (la única presente en la inauguración era la segunda teniente de alcalde del ayuntamiento de Barcelona) también se han echado en falta ver por los pasillos del salón una mayor concentración de agentes consignatarios y también de las propias compañías navieras nacionales e internacionales. Sí están mejor representados, sin embargo, puertos ubicados en los principales destinos turísticos del mercado crucerístico en el mundo.
Otro error (para algunos) es la ausencia de traducciones simultáneas en las conferencias y las jornadas organizadas con motivo del salón. El inglés es el idioma predominante en esta industria, no hay duda. No obstante, no deben olvidar que francés, italiano, castellano o alemán (e incluso árabe y chino) forman parte de los principales grupos lingüísticos de procedencia de los turistas que desean viajar en crucero.
En cualquier caso, pinta que este evento será el más exitoso desde que Seatrade realiza ferias en la región mediterránea y, Barcelona podría apostar por un salón de este tipo, habida cuenta de su amplio liderazgo en el segmento.