LA VOZ DE CÁDIZ. El astillero de Cádiz es el único motor que ha girado en la industria naval gaditana durante estos años de escasez de encargos. La línea de reparaciones es la única que ha funcionado a pleno rendimiento y ahora se preparar para afrontar un otoño apretado con la tranquilidad de contar con carga de trabajo asegurada al menos hasta 2016. El constructor público logró cerrar contratos para siete grandes buques a lo largo de este año, dos de ellos de tipo turístico. Estos encargos se han alternado con el mantenimiento de los destructores del Escudo Antimisiles, que ha comenzado a desplegarse en la Base Naval de Rota.

El primero de ellos, el ‘Donald Cook’, llegó el pasado febrero y fue a lo largo de marzo cuando un numeroso grupo de trabajadores del astillero gaditano comenzó su puesta a punto. Este encargo supuso una inyección de 10.000 horas y una auténtica prueba de fuego para Navantia que asumirá también el mantenimiento del resto de la flota desplegada. Tras superar con éxito ese primer reto, la plantilla afronta ahora el segundo y trabaja ya en el destructor ‘USS Ross’, que llegó a la costa gaditana el pasado 16 de junio. Las labores de reparación están ya avanzadas y estará listo en septiembre.

Previsión

Ya en el muelle gaditano la faena se centra en los grandes buques turísticos. En los próximos meses, cuando comience la temporada baja del sector, está prevista la llegada de dos cruceros de la compañía Pullmantur, filial de Royal Caribbean. Se trata del ‘Empress’ y el ‘Sovereng’, este último el barco estrella de la empresa, con capacidad para más de 2.500 pasajeros. La relación de Navantia con este grupo, líder en el sector de cruceros, se ha fortalecido en estos años. El último hito ha sido la firma del contrato para reparar su buque insignia, el ‘Allure of the Seas’ -de 362 metros de eslora y 47 de manga- que llegará a las instalaciones gaditanas en mayo de 2015.

El director del astillero de Cádiz, Joaquín Hernández Rocha, reconocía durante la jornada organizada por el Clúster Marítimo Español en la capital, que los contratos con Royal Caribbean habían sido fundamental para abrir las puertas a otras compañías. Un ejemplo de ellos son los encargos de Cruise Line, que volverá a contar con el astillero el próximo año, Thompson o Iberocruceros.

Hoy Navantia sigue enriqueciendo su curriculum en el sector de las reparaciones de cruceros hasta convertirse en un referente. Y en vista de la difícil situación de la construcción, la empresa pública se plantea diversificar este filón y afrontar también el trabajo de interiorismo y habitabilidad que ahora realizan empresas de fuera. Y para ello pretende involucrar a la industria auxiliar, que se ha especializado a marchas forzadas en el mantenimiento de los buques turísticos.

 

http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20140825/cadiz/astillero-cadiz-prepara-para-20140825.html

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