La petrolera mexicana Pemex contará en los próximos meses con una delegación permanente en Navantia, tal y como sucede habitualmente cuando el astillero realiza obras para otros países. Un contacto estrecho y directo y la supervisión de los trabajos de construcción del buque flotel son las razones por las que la compañía mexicana dispondrá de personal en la factoría.

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Los trabajos para cerrar las especificaciones del buque ya comenzaron

LA VOZ DE GALICIA, 09 Feb. (Ferrol).- El pasado viernes, después del acto protocolario celebrado en el Concello ferrolano, directivos de Pemex y de su filial PMI mantuvieron un encuentro de trabajo en la antigua Bazán con el jefe del proyecto, Jesús Fernández -ostentó también este cargo en el programa del Juan Carlos I- y con otros responsables del astillero, con quienes intercambiaron las primeras impresiones sobre los preparativos para el arranque de la obra.

Previamente, el director de asesores de Pemex, Carlos Roa, y el director general de PMI, José Manuel Carrera, se habían reunido en Madrid con otros responsables de los astilleros públicos. «Hemos comprobado que Navantia está lista para preiniciar los trabajos; faltarán detalles mínimos, pero sabemos que el astillero ha tomado todas las previsiones que garantizan que serán realizados de acuerdo a nuestras expectativas. Sabemos que Navantia va a cumplir en tiempo, en calidad y en precio y que en 29 meses vamos a tener el mejor de los barcos, un orgullo para Pemex y para Navantia», subrayó Roa.

En el encuentro técnico en la antigua Bazán, las partes abordaron la necesidad de ir cerrando la compra de determinados equipos para el buque que aún están sin decidir y también en la estrategia de habilitación del navío, un extremo importante si se tiene en cuenta que es un buque flotel, destinado a la acomodación y al descanso del personal que trabaja en las plataformas del Golfo de México.

Aunque una delegación de Pemex se encuentre en el astillero los próximos 29 meses, no está descartado tampoco que Barreras pueda llevar a cabo también algunas tareas de coordinación, puesto que Pemex es ahora propietario de la factoría viguesa.

No obstante, José Manuel Carrera dejó claro el pasado viernes en Ferrol que el proceso de construcción de los dos barcos será simultáneo, por cuanto la fecha de entrega de los floteles es la misma. A partir del día 17, cuando PMI -que fue la que participó en la licitación internacional representando a los dos astilleros gallegos- suscriba los contratos con Pemex, comenzará a contar el plazo de 30 meses del que disponen las factorías para ejecutar los buques y también para trasladarlos hasta México. De hecho, en la fabricación se emplearán 29 meses y el último mes hasta completar el plazo se dedicará a la navegación hacia el país.

El portavoz del comité de Navantia Ferrol, Ignacio Naveiras, situó el arranque de la obra «entre mayo y junio». Sobre la visita de Alberto Núñez Feijoo, afirmó que los trabajadores consideraban «impropio» que acudiese al astillero, aunque desconocía si en algún momento había estado prevista.

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¿Qué papel van a jugar otros astilleros gallegos en futuros pedidos?

La compra de Barreras ha cambiado los planes iniciales de Pemex. En principio, la petrolera tenía previsto repartir un multipedido de 24 unidades correspondientes al plan de renovación de la flota menor, a sociedades mixtas constituidas por astilleros gallegos y mexicanos. Ahora, todos sus proyectos pasarán por Barreras, incluido este, aunque la petrolera no ha querido detallar todavía en qué medida. Lo previsible es que asuma el desarrollo técnico, y que la construcción se derive a otros astilleros.

¿Se irá Pemex de Barreras cuando construya su flota?

La pregunta está en el aire. De momento, la petrolera ya está buscando terrenos en Altamira (México) para construir la filial mexicana de Barreras.

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