Barreras volverá al tajo por todo lo alto. Petróleos Mexicanos (Pemex), ahora su primer accionista, anunció ayer en el acto de presentación de esta nueva etapa del astillero vigués la contratación de cinco buques a los que a final de mes debería sumarse el flotel por el que Barreras puja en una licitación internacional de la propia petrolera.

Los contratos rondan los 300 millones

FARO DE VIGO, 17 Dic. (Vigo).- Los seis barcos sumarán unos 300 millones de euros y relanzarán la actividad de la mayor factoría naval privada de España con carga de trabajo para más de dos años. El número 2 del gigante azteca, Carlos Roa, confirmó también que habrá un “Barreras mexicano” al que se transferirá tecnología y conocimientos sin dejar por eso de apostar por la factoría original, que volverá a cortar chapa en el plazo de dos meses.

El desembarco de la cuarta petrolera del mundo congregó en las instalaciones del astillero de Beiramar a medio centenar de autoridades y representantes políticos, empresariales y sindicales, invitados para conocer de primera mano los planes de Pemex en Barreras. El Coordinador de Asesores de Pemex, Carlos Roa, fue el encargado de anunciar la buena nueva: Barreras, que llevaba treinta meses con las gradas vacías, se estrenará en esta nueva singladura con cinco barcos. El primero, cuyo contrato ya está en vigor, es un atunero para la armadora mexicana Procesa, que tendrá 79,5 metros de eslora y cuyo precio ronda los 20 millones de euros. El barco, diseño de Barreras (bautizado provisionalmente como HJB-1600), comenzará a construirse en febrero sobre el carro de varada del astillero, lo que permitirá dejar libres las dos gradas de la factoría para otros buques. El plazo de entrega es de 18 meses.

El segundo pedido es lo que conoce como un supply, un barco de apoyo a la construcción de plataformas de petróleo y adaptado para prestar servicio de alojamiento al personal de esas estructuras flotantes (hasta un máximo de 240 personas), para el que se ha firmado una carta de intenciones con las armadoras Diavaz (México) y Oceanteam (Holanda). La embarcación tendrá 112 metros de eslora y la entrada en vigor del contrato está programada para los primeros meses de 2014, por un montante de unos 85 millones de dólares (algo más de 60 millones de euros), según concretó el responsable de Pemex. El plazo de ejecución es de 26 meses. A los dos barcos se sumarán tres buques tanque para Pemex Refinación, otra filial de la petrolera, que se destinarán al transporte de productos químicos (como el amoniaco) para la industria de hidrocarburos del golfo de México.

El número 2 de Pemex se mostró confiado en que Barreras se adjudique también uno de los floteles en concurso, que tiene un presupuesto de 145 millones de euros. Sobre esta licitación, Roa explicó de que la oferta de Barreras y Navantia es muy competitiva desde el punto de vista técnico y económico, pero admitió que para la segunda unidad (la que se construiría en Ferrol) hay un proyecto más barato (del grupo mexicano Evya), por lo que en el caso de que PMI Norteamérica -la filial de Pemex con la que participan los astilleros gallegos- no quedase primera en el concurso, solo el flotel de Barreras se llevaría a cabo. “Pero no lo creo, creo que con la calidad y el precio (de la oferta) tendremos los dos barcos”, matizó.

Estos seis barcos (atunero, supply, tres buques tanque y flotel) suman un montante de unos 300 millones de euros. Roa señaló que a lo largo de 2014 se podrían firmar otros tres buques offshore (de apoyo a plataformas) de mayor tamaño en Barreras, catapultando la actividad del astillero y de su industria auxiliar, aunque no precisó más detalles. Lo que sí reconoció este ejecutivo es que Pemex plantea crear en México un astillero a imagen y semejanza de Barreras y que ya están estudiando varios emplazamientos para su construcción. El acuerdo de cooperación técnica con estas futuras instalaciones podrían implicar tanto “llevar empleados de Vigo a México, como desde allí para aquí”.

Carlos Roa, que estuvo acompañado por el director general de PMI Comercio Internacional, José Manuel Carrera Panizzo, reconoció que la entrada en Barreras fue un “proceso largo” en el que se estudió al detalle la situación financiera del astillero y se exploraron sus posibilidades de mercado, con “muy buenos resultados”. “Tenemos confianza en que esperan grandes cosas a Barreras”, subrayó el número dos de Pemex, que avisó de que requerirá “mantener la disciplina y la calidad”. Pemex tendrá tres puestos en el consejo, voto de calidad y colocará a dos funcionarios en la administración del astillero.

En el acto de presentación, Roa y Carrera Panizzo estuvieron acompañados por el presidente de la Xunta, el conselleiro Francisco Conde, el presidente ejecutivo del astillero, José García Costas, el alcalde Abel Caballero y el armador vasco Ignacio Latxaga. Feijóo comparó el desembarco de Pemex en Barreras con la llegada de Citroën a Vigo en 1958 -“Puede suponer un antes y un después”, dijo- y valoró el “trabajo y seriedad” de la petrolera mexicana durante todo el proceso. “Nunca dudé de su profesionalidad y rigor, como no dudé tampoco de la palabra del presidente de México, Enrique Peña Nieto”, manifestó el mandatario gallego.

García Costas agradeció el sacrificio asumido por la plantilla y los acreedores de Barreras para salir del concurso, así como el compromiso mostrado por del otro socio español de la factoría, Ignacio Latxaga, y confió en volver al trabajo “en menos de dos meses”. El empresario vigués, que seguirá como presidente ejecutivo durante seis años, llamó a trabajar y recordó que Barreras no es la “panacea universal” del sector naval vigués, en referencia a que quedan muchos problemas por resolver en la industria. Caballero, por su parte, afirmó que la llegada de Pemex supone el renacimiento de la “esperanza” para el naval tras una época de profunda crisis marcada por las dificultades financieras y la suspensión del tax lease.