La perforadora de Diamond Offshore atracó con medio centenar de tripulantes, después de sus campañas en la costa oeste de África
LA PROVINCIA, 22 Oct. (Las Palmas).- Durante las horas previas, estuvo navegando en el entorno de La Luz hasta obtener el permiso para el atraque, al que procedió escoltada por los prácticos. No era sencillo encajar en el recinto una estructura de 124 de eslora y 66 de manga, capaz de desplazarse a una velocidad media de 7,5 nudos.
Finalmente, su arribada se produjo sin mayor incidencia, en un día en el que Astican se preparó para atender de forma adecuada sus necesidades. La Ocean Valiant es una plataforma que integra la extensa flota de Diamond Offshore, compañía especializada en prospecciones y perforaciones en aguas profundas. En los últimos años, la Valiant, una perforadora semisumergible con capacidad para horadar fondos a unos nueve kilómetros bajo la superficie, ha protagonizado importantes campañas en aguas de Angola o Guinea Ecuatorial, en el entorno del África occidental. Una región que La Luz atiende de forma estratégica, asumiendo las reparaciones y revisiones que deben pasar de forma obligada estos grandes buques y la flota que los asiste.
Supervisión exigente
La perforadora que atracó ayer tiene capacidad para 140 tripulantes, si bien en este viaje a la capital grancanaria sólo trasladó a medio centenar de personas. Como es habitual en estos casos, en la exigente industria petrolífera, los técnicos que traen las grandes compañías del sector dan instrucciones muy precisas a los talleres y astilleros locales, a los que supervisan con igual rigor. De este modo, la Ocean Valiant pasará sus primeros días sometida a un prolijo proceso para planear cómo se van a llevar a cabo los trabajos que demanda su actual estado.
Entre ellos se incluyen las reparaciones de algunas de sus estructuras principales, piezas de acero y otros elementos propios de las tareas a las que se dedica la nave. También el chorreo, pintado y una revisión completa. Para ello, Astican asumirá las encomiendas principales, con el habitual socorro de subcontratas para la amplia carta de servicios que solicita la plataforma. Dos meses en el muelle dan para cumplir el encargo.
La llegada de la Ocean Valiant confirma el papel del Puerto de la capital grancanaria como base para las operaciones de la flota Offshore en el Golfo de Guinea, a la que se lleva atendiendo desde La Luz desde hace aproximadamente una década. Los barcos del petróleo (plataformas, perforadores y buques de asistencia o suppliers) han sustituido a los pesqueros como clientes principales en el recinto portuario. Las descargas de capturas se han reducido a su mínima expresión tras la firma de acuerdos por parte de la Unión Europea con estados como Marruecos o Mauritania, y los talleres y astilleros se han especializado paulatinamente en el nuevo perfil del mercado que ahora recurre a Las Palmas de Gran Canaria.
Para ello, las empresas locales han debido completar los requisitos de las agencias de certificación, que conceden los avales de calidad que exigen las grandes multinacionales del sector. Además, la condición de territorio europeo concede una importante ventaja a La Luz con respecto a los puertos africanos, competidores a la hora de prestar servicio a las plataformas. Las compañías, en muchos casos, se inclinan por la seguridad jurídica que ofrece el Puerto de la capital grancanaria.
En este contexto, firmas como Diamond Offshore se animan ahora a ampliar la relación de clientes en el recinto. Una señal de la evolución de la industria, que se prevé creciente en los próximos años en la costa oeste de África. La ubicación geográfica de Gran Canaria, junto a su oferta naval, vaticinan un tránsito mayor de estos buques.