Frente al declive de los astilleros públicos, el grupo Cernaval continúa acaparando carga de trabajo en sus instalaciones de San Roque y Málaga, donde repara y reconvierte una media de 70 buques anuales, de los que la práctica totalidad procede del extranjero. Esta compañía fue fundada hace 40 años por Mario López, que hoy ostenta su presidencia. Para amoldarse a tiempos adversos como los actuales, ha bajado su margen de beneficio y aumentado la competitividad y la eficiencia. Tres elementos que el director de Infraestructuras, Desarrollo y Calidad, Juan Luis Castro, considera «imprescindibles» para seguir a flote.

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ABC Sevilla, 18 Jun. (Sevilla).- Castro recuerda que las inversiones realizadas —tanto en San Roque como en Málaga— han sido privadas «sin ayudas públicas, que siguen cerradas cuando se pronuncia la palabra astillero, a pesar de que nosotros no construimos, solo reparamos y reconvertimos», puntualiza. Pese a ello, el grupo malagueño sigue operando con normalidad y se erige como el único privado de sus dimensiones que continúa funcionando en Andalucía.

En sus instalaciones de Campamento en San Roque cuenta con dos diques, el flotante (176 metros) y el seco (400 metros), mientras que en las del puerto de Málaga alberga otro flotante de 145 metros. Los tres le permiten reparar y reconvertir todo tipo de buques (quimiqueros, petroleros, porta-contenedores…) y en todas las áreas (pintura, calderería, casco y mecánica).

La media de carga oscila entre los 80 y 60 barcos anuales procedentes en un 99% el mercado internacional. Y es que el grupo dispone de una red comercial repartida por todo el mundo «porque los barcos no vienen a nosotros, no llegan hasta aquí por casualidad, es nuestro departamento comercial el que trabaja con ahínco para traerlos», explica Castro.

Esta fórmula les posibilita mantener una plantilla cercana al centenar de empleados, con picos de trabajo que alcanzan las 250 personas. Como toda actividad naval, el empleo indirecto supone para la zona un importante aliciente, toda vez que «por cada puesto de trabajo en el astillero se desarrollan hasta cinco en las empresas auxiliares y subcontratas».

Juan Luis Castro explica que, aunque la actividad ha disminuido por la crisis al frenarse el tránsito marítimo por la caída de la demanda, Cernaval ha apostado por hacerse con un mercado que valora aquellos aspectos que distinguen al grupo, como son «la calidad de nuestros profesionales, la entrega en plazo y precios competitivos».

Tasas más competitivas

En el seno de Cernaval consideran que la Administración debe flexibilizar la normativa vigente y permitir unas menores tasas para empresarios y armadores. Piden una adecuación de la Ley de Puertos «para incentivar el tráfico de reparaciones navales» en la Bahía de Algeciras, ya que las tarifas de atraques de buques son «poco competitivas en comparación con las de Gibraltar». La Autoridad Portuaria de Algeciras ha sido más flexible con las tasas para el tránsito de contenedores.

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