Los primeros años de la crisis fueron los de la desbandada, pero poco a poco el sector náutico de Castellón empieza a recuperar terreno y, lo que es más importante, clientes. Todavía quedan decenas de amarres por vender, pero el esfuerzo del sector y la puesta en marcha de políticas de ofertas permanentes está logrado parar la hemorragia. Es más, hay puertos y marinas de Castellón que están creciendo y arrojan ahora unos resultados mucho más boyantes que hace tres años.

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El turismo náutico de Castellón empieza a recuperarse gracias a un aumento de la demanda extranjera y a la política de ofertas

EL PERIODICO DEL MEDITERRANEO, 29 Abr. (Castellón).- Si del 2008 al 2010 el globo del turismo náutico empezó a desinflarse, es ahora cuando el sector empieza a ver la luz al final del túnel. “Todavía no se ha iniciado la recuperación de la actividad, pero es cierto que la caída del tráfico náutico se ha ralentizado de forma notoria. Lo que urge ahora es que las administraciones se den cuenta de que al turismo náutico hay que cuidarlo”, defiende Gabriel Martínez, presidente de la Agrupación de Puertos Deportivos de la Comunitat Valenciana, entidad a la que pertenecen las instalaciones de Burriana, Benicarló y la Marina PortCastelló.

UN MILLAR DE AMARRES VACÍOS // Pero, ¿cuántos amarres tiene la provincia? Los últimos datos disponibles hablan de la existencia en Castellón de 3.448 amarres (solo el puerto de Orpesa dispone de más de 700) y de 19.631 en la Comunitat. Pero es que, además, y según las estadísticas de la Agrupación de Puertos Deportivos, la Comunitat tiene 6.000 amarres vacíos, la mayor parte en las provincias de Valencia y Castellón. En la costa provincial aún se localiza casi un millar de atraques sin dueño y eso ha obligado a clubs náuticos y marinas a ingeniárselas para intentar dar la vuelta a la situación.

El Club Náutico de Castellón aprobó a principios de mes una nueva estrategia para captar nuevos socios. Desde ya, aquel socio que solicite la baja pero que, a cambio, aporte un nuevo afiliado, logrará que esa persona no pague la cuota de alta, una fórmula con la que la entidad pretende frenar la paulatina reducción de socios que sufre en los últimos años, cuantificada en un 30%.

La estrategia del Club Náutico es un claro ejemplo de cómo está reaccionando el sector ante la crisis, pero hay más casos. La marina deportiva Burriananova, con 335 amarres para esloras comprendidas entre los 30 y 8 metros, ha apostado por una política de ajuste de precios, promoción y campañas de fidelización de usuarios y promoción. “En 2009 teníamos una ocupación del 9% y ahora mismo estamos en el 34%”, cuenta Pepe Guillem, gerente de las instalaciones.

LO QUE VALE UN ATRAQUE // Que los precios de los amarres poco o nada tienen que ver con los años dorados del sector lo demuestra también el informe que cada año elabora la Federación Española de Asociaciones de Puertos Deportivos y Turísticos. Comprar un atraque puede ser hasta un 60% más barato y en Castellón desde el 2008 los precios se han reducido un 27% en el caso de la cesión (ahora la tarifa media está en 957 euros por metro cuadrado) y es la sexta provincia más barata. La primera es A Coruña. Si lo que uno busca es alquilar, ahí los precios han caído un 6,54% en Castellón hasta situarse en 79 euros al año por metro cuadrado.

Rebajar precios para sobrevivir pero también luchar por cada cliente y abrir las instalaciones al público general y no solo a los aficionados a la náutica. Hay marinas de Castellón, pero también de la Comunitat, que están pujando por clientes de Francia e Inglaterra mientras otras tratan de captar turistas ahora asentados en otros puertos del Mediterráneo como Baleares. “Burriananova es una marina tranquila y puede ser muy interesante para todos aquellos que desean pasar aquí el invernaje de su embarcación con un servicio de calidad y a precios razonables, que poco tienen que ver con las tarifas de otros puertos”, asegura Guillem.

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